BUENOS AIRES (AP) — La justicia argentina desvinculó el lunes a la viuda y heredera del fundador del diario Clarín, Ernestina Herrera de Noble, de una investigación iniciada en su contra por la presunta adopción ilegal de sus dos hijos durante la última dictadura militar (1976-1983).
La medida fue dispuesta por la jueza federal Sandra Arroyo Salgado justo cuando están por cumplirse 15 años de una denuncia que presentó la asociación Abuelas de Plaza de Mayo para investigar si Marcela y Felipe Herrera de Noble, hijos adoptivos de Ernestina Herrera, en realidad son hijos de desaparecidos y fueron apropiados ilegalmente por la mujer.
«Si la pretensión punitiva estatal ha puesto en duda con la imputación el estado de inocencia y, luego de esta prolongada investigación, no se ha alcanzado un mayor grado de convicción que permita una eventual declaración de responsabilidad, razones de equidad y justicia imponen también exigir que aquel estado recupere la certitud originaria, siendo ello solo posible a través del dictado de un sobreseimiento», sostuvo la magistrada en su resolución.
En la causa, Herrera de Noble declaró que Marcela fue abandonada en la puerta de su casa y que Felipe le fue entregado en guarda por una jueza luego de que su madre biológica lo abandonara en una sede judicial, ambos sucesos ocurridos en 1976.
Si bien la justicia determinó inconsistencias en los datos aportados por la dueña de Clarín, los estudios de ADN a los que se sometieron sus hijos tras años de dilaciones dieron negativos en el contraste con las muestras del Banco Nacional de Datos Genéticos, el cual custodia la información genética de las víctimas de la dictadura y sus familiares.
Según las Abuelas de Plaza de Mayo, 500 niños nacieron durante el cautiverio de sus madres en centros clandestinos de detención del régimen y adoptados luego ilegalmente por otras familias que los anotaron como propios. La organización hasta el momento logró identificar y restituir la verdadera identidad de 119 nietos.
Si bien la jueza Arroyo Salgado dicto el sobreseimiento de Herrera de Noble, quien estuvo detenida por este caso en 2002, no dio por cerrado la causa judicial bajo el argumento de que «no pueda descartarse con seguridad que los nombrados (por Felipe y Marcela Herrera de Noble) guarden vínculo biológico con víctimas del terrorismo de Estado cuyo material genético aún no se encuentre ingresado al Archivo Nacional de Datos Genéticos».