Hay que reconocer algo de Chris Martin y Coldplay: Se necesita tener muy poco ego para que los músicos prácticamente permitan que otros brillen más en el espectáculo de medio tiempo del Super Bowl.
La banda británica invitó a Beyonce y Bruno Mars para compartir los reflectores el domingo en el ansiado espectáculo, que se convirtió en un homenaje por el 50 aniversario del Super Bowl y los artistas que se han presentado en su historia. Ambos artistas invitados, con experiencia previa como encargados de la mayor plataforma de los espectáculos en Estados Unidos, encendieron la energía de la presentación.
Martin y Coldplay tienen un buen oído para los ganchos pop en las melodías, pero a pesar de que se esforzaron mucho, tienen dificultad para controlar un escenario tan grande como este. Al abrir con «Viva La Vida» y un fragmento de «Paradise», parecían perdidos en medio de campo, rodeados por reguiletes de colores proyectados en el piso del escenario, bailarines sobre el terreno y chicos con violines multicolor de la Orquesta Juvenil de Los Ángeles, cuyo director es el venezolano Gustavo Dudamel.
En «Adventure of a Lifetime«, su más reciente éxito, Martin se retiró e interactuó con sus compañeros de grupo en vez de manejar al público y la presentación fue mucho más fuerte por eso.
Después cedió el escenario a Mars quien llegó con mucho aplomo y un conjunto de bailarines. Había motivos, para esto, «Uptown Funk» logró una energía que ninguna de las piezas de Coldplay alcanzó.
Beyonce llegó al terreno rodeada de bailarinas con peinados afro similares para interpretar un fragmento de su nuevo himno de «black power»: «Formation«.
Fue una decisión valiente, Martin había dicho la semana pasada que no interpretaría la colaboración de Coldplay con Queen Bey, «Hymn For the Weekend«, porque era demasiado nuevo. En vez de esto Beyonce interpretó una canción, lanzada justo un día antes, que seguramente la mayoría de los 100 millones de espectadores en televisión no habían escuchado y todo porque… ella puede.
La cantante trabajó duro y se contuvo justo antes de resbalarse y caer mientras bailaba. Con Mars y Martin, hicieron una mezcla de «Uptown Funk» y «Formation».
Tras esto Martin tocó el piano para el homenaje a los espectáculos de medio tiempo anteriores, incluyendo un fragmento de «Beautiful Day» de U2 y «Purple Rain» de Prince mientras se presentaban videos al aire de las presentaciones anteriores (obvio no apareció Janet Jackson). El vestuario de Beyonce podría haber sido un homenaje al espectáculo de Michael Jackson en 1993, que comenzó la era modera de las presentaciones de medio tiempo del Super Bowl (algunos usuarios en internet hicieron memes comparándola con revolucionarios mexicanos).
La nostalgia no tiene nada de malo, pero en un espectáculo de 12 minutos el homenaje parecía un desperdicio de poder estelar disponible en el escenario. A pesar de todo esto Martin, Mars y Beyonce terminaron con fuerza en una colaboración que culminó con el público sosteniendo letreros que decían «Believe in Love» («Cree en el amor»).
La empresa refresquera patrocinadora del medio tiempo fue un poco al extremo, pues trataron que un comercial con Janelle Monae pareciera parte del espectáculo y presentaron a extras con letreros con su logotipo en el terreno.
Antes de que arrancara el partido, Lady Gaga interpretó una versión encantadora y clásica del himno nacional, acompañada de un piano y ataviada con un traje sastre rojo brillante con maquillaje a juego (el traje de Gaga también llevó a numerosos memes en internet). Quizá aliviada de la presión, improvisó un poco en la frase «the brave» al final del himno, lo que causó revuelo en las casas de apuestas que anualmente tratan de pronosticar cuánto tiempo se tardarán los artistas en interpretar «The Star Spangled Banner». (I)
https://youtu.be/UoGTDEPfAyg
https://youtu.be/9b4DuSDQnik