El nuevo jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, vicealmirante Oswaldo Zambrano, que ha asumido el mando en una ceremonia a la que ha asistido el presidente de la República Rafael Correa, ha advertido que les causa preocupación «escuchar voces que desconocen la Historia, y que obedecen a intereses personales o de grupo, las cuales intentan socavar la unidad del elemento militar y atentar contra su prestigio».
Zambrano, que se ha expresado en el marco de los actos conmemorativos por la Batalla de Tarqui, en los que también se celebra el Día del Ejército y de la Unidad Nacional, ha sido aplaudido con entusiasmo mientras pronunciaba esas palabras. Las imágenes de la televisión pública han mostrado al presidente Correa aplaudiendo también.
Zambrano ha continuado: «A esos pocos, queremos decirles de manera tajante, que una nación se fundamenta en sus instituciones, y de las cuales la institución militar, es la que mayor confianza despierta en los ciudadanos, y la que mayor respaldo tiene, especialmente en momentos de crisis o conflictos. Por encima de intereses, las Fuerzas Armadas son el bastión inexpugnable de la Patria, y cuentan con el apoyo de su pueblo».
Y ha añadido: «Es indispensable que recuperemos el respeto, que es un elemento indispensable para la convivencia ciudadana. Quienes hacemos del respeto una práctica cotidiana, exigimos de los restantes actores sociales el mismo respeto. Sabremos defender nuestro prestigio, con la misma altivez con que defendemos a la Patria y los derechos de sus ciudadanos«.
Zambrano ha sido interrumpido otra vez con aplausos, incluso del presidente Correa, según ha mostrado la televisión pública. Inmediatamente después del discurso del nuevo Jefe del Comando Conjunto, ha intervenido Correa.
La respuesta de Correa
Mientras Correa se dirigía hacia el podio fue aplaudido de pie por los funcionarios públicos que lo habían acompañado. Los militares permanecieron sentados. Un grupo de militares en retiro, que ocupaban la tribuna, se retiraron cuando el presidente empezó a hablar. Correa lo ha advertidoe interrumpido su discurso: «¿Estamos todos? ¿No falta nadie? Sí, estamos todos. Vamos a continuar nomás».
Los funcionarios públicos han aplaudido otra vez de pie. Los militares permanecieron sentados. Correa se ha referido al tema al menos tres veces más durante su discurso, y llegó a llamar «malcriados» a los militares que se retiraron.
En su intervención, Correa anunció reformas legales, vía leyes y decretos, para prohibir la supuesta discriminación entre oficiales y tropa de las Fuerzas Armadas (FF.AA.) y corregir lo que describió como desigualdades en su sistema de pensiones.
Correa pidió disculpas por el presupuesto de tres dólares para la alimentación de los militares, un tema que, minutos antes, fue parte del discurso con el que el general Luis Garzón dejó sus funciones como jefe del Comando Conjunto. Sin embargo, reiteró que las pensiones jubilares del Issfa son de las más altas de la región.
Correa también discrepó con la afirmación del anterior jefe del Comando Conjunto, el general Luis Garzón, quien afirmó que las Fuerzas Armadas «son la columna vertebral de la Patria». Correa ha refutado: «Me parece tremendamente excluyente: ¿entonces la Policía no es parte de esa columna vertebral? ¿los profesionales? ¿nuestras madres que se desvelaron día a día por darnos educación no son parte de esa columna vertebral? ¡Todos somos parte de la columna vertebral de la Patria! Las Fuerzas Armadas, la Policía Nacional, los profesionales, los estudiantes, ¡los artesanos!, los agricultores, las amas de casa. Precisamente eso es lo que está en disputa, esas dos visiones», indicó.
La visión que encarna el destituido jefe militar, según Correa, presupone «que la patria empieza y termina en una institución» y se opone a la concepción del Ejército en la que todos los ciudadanos son «obreros» en la construcción de «la patria nueva, la patria digna, ¡la patria de todas y de todos!».
«Debemos buscar unas Fuerzas Armadas que son medios, no fines. Que cumplan con su deber de defender la patria, pero sin creerse más importantes que los demás», una institución de la que desaparezcan «las grandes inequidades existentes en su interior», apostilló
Correa ha presidido la ceremonia de cambio de mando de las Fuerzas Armadas, en Parcayacu, en Quito. Lo acompañaron, entre otros, la presidenta de la Asamblea Nacional, Gabriela Rivadeneira, y el ministro de Defensa, Fernando Cordero. (I)
Ingreso del mando entrante a la ceremonia de #CambioMandoFFAA, orgullosos de ser #SoldadosEcuatorianos pic.twitter.com/j0U2BAzn6Q
— FFAA ECUADOR (@FFAAECUADOR) 26 de febrero de 2016