Canadá reconstruirá parte de la ciudad de Fort McMurray tras el incendio

Humo cubre el aire y un pequeño avión sobrevuela Fort McMurray, Alberta, el martes 3 de mayo de 2016. La población completa de la ciudad canadiense en la región de arenas bituminosas Fort McMurray, Alberta, ha sido obligada a evacuar cuando las llamas de un incendio comenzaron a avanzar hacia ella. (Kitty Cochrane/The Canadian Press vía AP)

Las autoridades canadienses expresaron hoy su alivio al comprobar que sólo algo más del 10 % de Fort McMurray quedó destruida por el incendio forestal que en una semana ha consumido 200.000 hectáreas de bosque en el noroeste del país, y afirmaron que la ciudad será reconstruida.

La primera ministra de la provincia de Alberta, Rachel Notley, que visitó hoy la ciudad junto con los medios de comunicación, agradeció a los equipos de bomberos que están luchando contra el incendio, llamado en Canadá «La bestia», por salvar la ciudad.

«Hace pocos días, la ciudad estaba rodeada por un océano de fuego, pero por suerte, Fort McMurray y las áreas de sus alrededores han sido salvadas», afirmó Notley.

«Vamos a reconstruir», añadió desafiante la mandataria provincial.

Pero Notley subrayó que Fort McMurray, el corazón del boyante sector petrolífero canadiense, todavía no es segura y que hasta dentro de dos semanas no se sabrá cuándo sus más de 70.000 residentes podrán empezar a regresar a sus hogares.

«No quiero que recorran centenares de kilómetros para llegar a las barricadas de la Policía Montada y tener que darse la vuelta», afirmó Notley, quien destacó que los rescoldos que todavía existen en Fort McMurray pueden iniciar incendios y que los principales servicios, como el agua y el gas, no están todavía operativos.

En las últimas horas, el ritmo de crecimiento del incendio se ha ralentizado gracias a la llegada de un frente polar que ha reducido las temperaturas en la región.

A pesar de ello, el incendio alcanzó hoy una superficie de 204.000 hectáreas y está avanzando hacia el este de la provincia de Alberta, alejándose de centros de población y plantas de extracción de petróleo.

«Era una bestia, un animal. Nunca he visto nada como esto. He hablado con mis colegas y tampoco han visto nada como esto antes. Ha cambiado el manual de cómo un incendio se mueve, cómo se comporta», declaró hoy el jefe de bomberos de Fort McMurray, Darby Allen.

En Fort McMurray, que fue desalojada a toda prisa el pasado martes cuando el incendio cambió repentinamente de dirección y amenazó la ciudad, alrededor de 2.400 estructuras han quedado destruidas, en su mayoría en un grupo de vecindarios en el suroeste de la ciudad.

Por ejemplo, el 80 % del vecindario de Beacon Hill ha quedado arrasado por la llamas.

Pero otras 25.000 estructuras, entre ellas las principales instalaciones de Fort McMurray, desde escuelas a hospitales pasando por la planta de tratamiento de agua, han podido salvarse gracias a los esfuerzos de los 200 bomberos que han permanecido en la ciudad para combatir las llamas.

Mientras se inician los preparativos para planificar el regreso de los habitantes de Fort McMurray, las autoridades empiezan a valorar el impacto económico del incendio, que ha afectado a algunas de las principales instalaciones de extracción de petróleo de Canadá.

«Estamos empezando a conocer el impacto económico del incendio», afirmó en una rueda de prensa en Ottawa el primer ministro de Canadá, Trudeau, quien añadió que el alcance completo del daño no se conocerá en «días, semanas o meses».

Trudeau agradeció la oferta de ayuda realizada por varios países, entre ellos Rusia, que está dispuesta a enviar aviones cisterna para combatir desde el aire las llamas, pero añadió que Canadá no necesita en estos momentos ayuda exterior.

El mandatario agregó que Fort McMurray será reconstruida con la ayuda de todos los canadienses.

Según las estimaciones de los analistas, la evacuación de las instalaciones de extracción de petróleo situadas al norte de Fort McMurray ha reducido en 1 millón de barriles de petróleo al día la producción de Canadá, lo que supone una pérdida diaria de 70 millones de dólares.

Notley se reunirá mañana con los ejecutivos de las compañías petrolíferas que operan en la región para evaluar el daño causado y las perspectivas que tienen para reanudar a pleno rendimiento la extracción de petróleo.

Los analistas también advirtieron de que el impacto económico del incendio se notará en todo el país en el segundo trimestre del año, hasta el punto de arrastrar al terreno de las cifras negativas el producto interior bruto (PIB) canadiense en el trimestre. EFE (I)

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