Kenizé Mourad: «Erdogan es terrible, está destruyendo Turquía»

Foto: noklapja.nlcafe.hu

Barcelona (España), (EFE).- La escritora francesa de origen turco-indio Kenizé Mourad es una mujer menuda y vigorosa, autora del bestseller mundial «De parte de la princesa muerta» y que ahora, a sus 77 años, anima a los jóvenes a luchar por su vocación.

Estos días participa en el festival literario MOT, coincidiendo con el trigésimo aniversario de la publicación del libro.

En una entrevista con Efe, muestra su satisfacción por la reedición que Espasa acaba de hacer de su novela, publicada en 1987, donde ahonda en la historia de su madre, la princesa Selma, y en la suya propia, y donde incluye un nuevo prólogo en el que plantea a los más jóvenes a que se esfuercen por seguir su vocación.

Ella misma lo hizo al dejar un trabajo como periodista en Le Nouvel Observateur, donde había llegado a ser corresponsal de guerra, para dedicarse por completo a la literatura.

Con una vida de novela, descendiente del último sultán otomano e hija de un rajá hindú llamado Amir, lo que descubrió a los quince años, Mourad reconoce que «De parte de la princesa muerta» es hoy «un clásico», una obra a la que destinó mucho tiempo y que, dice, «llega al corazón de la gente y cuando eso ocurre significa que los libros permanecen».

Con un pie en Occidente y otro en Oriente, aunque ha dejado de residir en Turquía una parte del año por las políticas de Recep Tayyip Erdogan, afirma que admira a los escritores que son muy literarios y se preocupan por el estilo pero ella está más interesada «en transmitir ideas».

Una de sus preocupaciones durante años ha sido reflexionar sobre la «incomprensión entre las diferentes culturas», en relación a su país de origen, Turquía, y a su país de adopción, Francia: «Hoy me siento un poco desesperada», confiesa.

La novelista apunta que una cuestión como la de la identidad se ha difuminado en un mundo cada vez más global, con gente que emigra de un país a otro, residiendo en sociedades «muy movedizas, donde acaban abrazando el islám, aunque muchos de estos musulmanes no tengan ni idea de lo que es».

Confiesa que en su juventud llegó a ser «trotskista», en un momento en el que muchos se movían por ideales para intentar mejorar el mundo, «pero hoy a los más jóvenes no se les da nada, sólo se ensalza el éxito económico y financiero, mientras muchos viven sin ninguna esperanza».

Esto los lleva, en su opinión, a abrazar «ideologías violentas» a considerar que «la única manera de ser un héroe es a través de la violencia».

Tampoco se muerde la lengua Kenizé Mourad a la hora de opinar acerca del gobierno de Erdogan, a quien califica de «terrible» por estar «destruyendo Turquía completamente».

En su opinión, este país era el único de Oriente Medio «moderno, libre y relativamente democrático, pero desde hace unos tres años, cuando empezó a destituir a jueces a raíz de un enorme caso de corrupción y de las protestas de los más jóvenes, empezó a convertirse en un dictador absoluto».

Coge aire y asevera que tiene a muchos amigos periodistas y escritores turcos en la cárcel, «donde son torturados». «Hoy Turquía se está convirtiendo en algo parecido a la Alemania de los años treinta», apostilla.

Sin embargo, no esconde que al principio ella también apoyó a Erdogan porque «hablaba de democracia e hizo mucho por el pueblo, con nuevos hospitales o carreteras, con un islám moderado».

Después, añade, con sus políticas, «y con el apoyo de la mitad de la población, ha acabado enfrentando una parte de Turquía con la otra parte». «Es la política de Joseph Goebbels, de cuanto peor es la mentira, mejor», destaca.

La escritora dice recibir cartas de turcos de la diáspora que están en Francia en las que me le muestran su respeto «pero me ven como una traidora, como alguien comprado por Occidente, lo que duele mucho».

Mourad considera que con los cambios constitucionales que está preparando, Erdogan permanecerá «mucho tiempo en el cargo» y no olvida que hace poco dijo que «si Europa sigue insultando a Turquía no habrá un ciudadano europeo que pueda andar de forma segura por las calles, lo que es una amenaza directa».

Por otra parte, no rehuye las preguntas sobre las próximas elecciones presidenciales francesas de las que no quiere hacer vaticinios, aunque no descarta que se acabe imponiendo Emmanuel Macron ante el miedo de muchos a Marine Le Pen.

Sin embargo, «como Francia va mal y con Macron puede ir peor, sobretodo para las clases medias, imagino que en cinco años Le Pen sí ganará», vaticina.

Respecto a nuevos proyectos literarios, avanza que ha terminado un thriller político que tiene que ver con Pakistán y que saldrá a principios de 2018. EFE

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