Natalia Garagiola compite en San Sebastián con un film universal y personal

"Temporada de caza", foto cronicasyversiones.com

San Sebastián (España),  (EFE).- Los vínculos familiares son universales y se han visto mil veces en el cine, pero a la directora argentina Natalia Garagiola le interesaba centrarse en los detalles que pasan desapercibidos y que marcan la diferencia, y eso es lo que destaca en su «Temporada de caza».

Tras ganar el principal premio de la Semana de la Crítica Internacional de la Mostra de Venecia, esa cinta se presentó hoy en la sección Horizontes Latinos del Festival de San Sebastián, en la que compite junto a películas de directores como el mexicano Michel Franco, el chileno Sebastián Lelio o el argentino Adrián Biniez.

Nombres consagrados frente a la debutante Garagiola, que no se siente intimidada porque considera que solo estar en este tipo de festivales internacionales ya sirve a su objetivo principal, que es atraer la atención de los espectadores y que vayan a ver su película.

Los premios son muy subjetivos, por eso prefiere centrarse en conseguir que la gente vea su trabajo y que la reacción sea tan buena como fue en Venecia o en Argentina, donde se estrenó la semana pasada y tuvo una recepción «muy emotiva», señala a Efe.

Eso se une a las críticas «excepcionales» que la película ha recibido, un aplauso unánime que considera un «halago» y no solo a su labor, también a la de todo el reparto -encabezado por Germán Palacios y Lautaro Bettoni- y a la productora Reicine, que apostó por su trabajo desde que comenzó a hacer cortometrajes.

Y ahora siguen apoyándola con su primer largometraje, que surgió de una única imagen que la directora

vio en 2012 y que se le quedó grabada. La de dos hombres peleándose físicamente dentro de una cabaña. «Era como una coreografía», recuerda.

A partir de ahí, dos años y medio de trabajo en el guión, que pasó nada menos que por 72 versiones y que incluso se fue modificando sobre la marcha durante el rodaje para adaptarse mejor a los actores.

«Si Germán resolvía una escena con una mirada, era mucho mejor que cualquier línea», señala la realizadora, ante el asentimiento del actor, que explicó que aunque el texto era muy detallado y meticuloso, había mucho espacio para introducir cambios.

«El guión y el trabajo diario sirvió para que todos estuviéramos exactamente en el mismo plano (…) pero al mismo tiempo había mucha libertad» creativa, resaltó el actor, para quien lo más difícil de su personaje fue la relación que tiene con la caza, un universo totalmente desconocido para él.

No moralizar y no juzgarlo le ayudó a entender un personaje áspero y rudo, pero al mismo tiempo muy humano, lo que le hacía «muy interesante de trabajar» como actor.

Una historia que se desarrolla en la dura y gélida Patagonia, adonde llega Nahuel (Bettoni) tras la muerte de su madre para vivir con un padre que apenas conoce, Ernesto (Palacios).

La directora reconoce que no pensó que un actor de la trayectoria de Palacios iba a decir sí y mucho menos tan fácilmente como lo hizo.

Junto a Palacios, el joven Bettoni, que debuta en el cine con esta película y que fue elegido tras un exhaustivo casting por el que pasaron 300 chicos.

«Tenía la actitud específica que requería el papel», señaló la directora, que buscaba a alguien amable pero que pudiera mostrarse desafiante en un momento dado, que pudiera representar en la pantalla la pulsión violenta del personaje.

Cuenta con sutileza cómo evoluciona la relación del padre y el hijo en una historia en la que el paisaje nevado de la Patagonia adquiere un gran protagonismo.

Una película que forma parte del tremendo desembarco del cine argentino en San Sebastián, con una destacada representación femenina en la dirección, como es el caso de Anahí Berneri, que compite en la sección oficial con su quinto largometraje, «Alanis».

«Es la directora argentina más prolífica y es muy alentador estar en un festival en el que ella compite», reconoció Garagiola. EFE

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