Uruguay busca un Óscar con una alegoría contra el autoritarismo

Fotografía del 4 de octubre de 2017, del director de cine uruguayo Guillermo Casanova, quien habla durante una entrevista con Efe, en Montevideo (Uruguay), sobre su película "Otra Historia del Mundo" que fue seleccionada por Uruguay como posible candidata a los Premios Óscar. EFE/Federico Anfitti

Montevideo,  (EFE).- Una «alegoría contra el autoritarismo» inspirada en la dictadura uruguaya es lo que plantea la película «Otra historia del mundo», que buscará representar a Uruguay en los próximos Premios Óscar y Goya, dijo en una entrevista con Efe su director, Guillermo Casanova.

El largometraje, estrenado el pasado mes de julio, fue seleccionado por el Instituto del Cine y Audiovisual de Uruguay (Icau) para competir como película de habla no inglesa ante la Academia del cine estadounidense y en la categoría de película extranjera de habla hispana en la competencia española.

Con la pretensión de que el filme «no solamente sea un divertimento sino que también sea parte de un arte«, Casanova explicó que la trama es una alegoría al autoritarismo con una referencia, aunque no explícita, a la última dictadura uruguaya (1973-1985).

«Cualquier referencia a la dictadura iba a caer en un lugar que no iba a estar bueno, porque iba a herir susceptibilidades», sostuvo Casanova, quien manifestó que su intención fue plasmar en la película la idea de que «todo tipo de autoritarismo, ya sea en dictadura o en democracia, es una terrible estupidez».

El cineasta agregó que los jóvenes que lucharon contra la dictadura uruguaya «eran héroes» y que intenta representar esa actitud en el filme.

La película se desarrolla en el pueblo ficticio de Mosquitos, donde dos amigos, Gregorio Esnal y Milo Striga, traman una estrategia para revelarse contra la autoridad local e instan a la población, de forma anónima, a acompañarlos.

El hecho sale mal cuando Milo desaparece sin dejar rastro y es su amigo, junto a las hijas de Striga, quien intentará, a través del dictado de un curso de historia, emprender en su búsqueda y remover al régimen dictatorial.

Casanova defendió la idea de que al hacer una historia se deben mostrar los lugares y la idiosincrasia del país, así como lograr que la gente se sienta identificada y se emocione con la trama.

En sus películas, trata de exhibir su propia percepción de la sociedad y situar al filme en un contexto inspirado por la realidad, aunque solo quede reflejado de manera implícita.

Con un énfasis en reforzar la identidad nacional, Casanova tiene preferencia por adaptar obras literarias de autores uruguayos para hacer sus películas.

«Otra historia del Mundo», pelicula del director uruguayo Guillermo Casanova

 En el reconocido largometraje «El viaje hacia el mar» (2003) da vida a un cuento de Juan José Morosoli, mientras que la «Otra historia del mundo» se basa en la novela «Alivio de Luto» de Mario Delgado Aparaín.

Casanova escribió el guion de su última película junto al propio Aparaín y a la escritora Inés Bortagaray, quien «se metió en el mundo femenino» y logró que «los protagonistas se transformaran en mujeres», cuando antes «en el libro y en la primera versión de los guiones» ese lugar lo ocupaban los hombres, contó el director.

Respecto a la posibilidad de lograr un lugar en la próximas ceremonias de los Óscar y los Goya indicó que «salir seleccionado» «es muy importante» y que quedar «dentro de los cinco (finalistas) sería como muy increíble».

Dijo sentirse honrado con la posibilidad de la premiación pero aseguró que «es difícil porque es un camino muy largo».

El director consideró la producción de Hollywood como «más comercial» y «grandilocuente» en comparación con el cine que se intenta hacer «de este lado del Sur, más independiente, más cine de autor».

En ese sentido, indicó que los Goya son «otra cosa» dado que el cine iberoamericano lo hace sentirse parte del proyecto.

«Te deja entrar entre tus pares», aseveró.

El rodaje del filme tuvo lugar en la ciudad de San Antonio en el departamento (provincia) uruguayo de Canelones (sur) e involucró incluso la participación de la ciudadanía como extras.

El realizador explicó que la financiación de la película fue muy dificultosa e instó a abrir los ojos ante «lo importante de la financiación de proyectos nacionales» porque «es parte de la cultura de un país».

«Para poder hacer una película en Uruguay necesitás ganar todos los premios nacionales y de coproducción con Argentina, Brasil… Y si te falta un premio, quedás chueco (torcido)», declaró.

Asimismo, y ante la disminución de espectadores de «Otra historia del mundo» respecto a «El viaje hacia el mar», indicó que el cine se encuentra «en otra época» y que por ello «es necesario repensar la política de la cultura o la política del cine en Uruguay«. EFE

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(F)

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