Cercanos al exvicepresidente de Ecuador, Jorge Glas, informaron hoy de que han pedido a la Organización de las Naciones Unidas que interceda para que la justicia disponga su regreso a la cárcel de Quito en la que estaba recluido desde hace más de un año, antes de ser llevado a una de Latacunga.
Glas, que inició una huelga de hambre el 22 de octubre, fue ingresado hoy en un hospital de Quito «por precaución y seguridad» tras una valoración médica en la cárcel de máxima seguridad de Latacunga, en donde se encontraba desde el pasado 21 de octubre.
Un día después, Glas sentenciado en primera instancia en el caso de Odebrecht, inició una huelga de hambre para presionar a que lo regresen a la cárcel de Quito.
Ricardo Patiño, excanciller de Ecuador, dijo en rueda de prensa que han entregado a la representación de la ONU en Quito un pedido para que lo extiendan también a la chilena Michelle Bachelet, alta comisionada para los Derechos Humanos de esa organización, para que apoyen su petición de traslado de Glas a la cárcel de Quito.
Glas fue llevado a la cárcel de máxima seguridad de Latacunga un día después de la fuga de Fernando Alvarado, exsecretario de comunicación en el gobierno de Rafael Correa (2007-2017).
Una medida que Patiño considera «inexplicable» y en «represalia» por la huida de Alvarado.
El extitular de la diplomacia ecuatoriana señaló que las condiciones en la cárcel de Latacunga, a unas dos horas en automóvil desde Quito, son «lamentables y preocupantes» para un exvicepresidente.
Comentó que también han pedido a la Cruz Roja que visiten a Glas, y que intervenga la Conferencia Episcopal Ecuatoriana para que conformen una posible «comisión que pueda llegar donde el presidente», Lenín Moreno, para pedir el retorno de Glas a la conocida como «cárcel 4«, situada en el norte de la capital.
Édison Ramos, director técnico médico del Hospital Carlos Andrade Marín, confirmó hoy el ingreso de Glas en esa casa de salud donde se constató que sus signos vitales son «estables».
«En buena hora que no esté agonizando, que lo hayan hidratado (…), en buena hora que (Glas) esté en sus condiciones mentales adecuadas», comentó Patiño al insistir, en todo caso, en que la salud del exvicepresidente se ha deteriorado.
Según el Gobierno, desde el 21 de octubre, fecha en la que fue trasladado desde Quito a la prisión de máxima seguridad, Glas había recibido «85 atenciones médicas» de distintos equipos especializados.
Mireya Cárdenas, cercana a Glas, dijo en la rueda de prensa que el exsegundo mandatario sufre una enfermedad catastrófica (espondilitis anquilosante) que afecta a su sistema inmunológico.
Apuntó que Glas podría acogerse a una medida sustitutiva como el arresto domiciliario, pero si ello no ocurre, insistió en la necesidad de que lo regresen a la cárcel de Quito.
Añadió que la cárcel de Latacunga tiene capacidad para 4.500 detenidos y ahora «hay un hacinamiento», mientras que Patiño apuntó que la cárcel, construida en la administración de Correa, no ha tenido mantenimiento, y que está cerca «de un basural».
Glas fue ministro y vicepresidente durante la administración de Rafael Correa (2007-2017) y se presentó para repetir en 2017 en candidatura electoral con el actual mandatario Lenín Moreno, del cual se distanció apenas asumió el mando. EFE
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