El estadounidense Tiger Woods cerró este domingo una jornada histórica, al firmar una cuarta tarjeta con 69 golpes (tres bajo par), para un total de 274 (-14), que le han permitido hacerse con el Masters de Augusta y, con ello, vestir la que es su quinta «chaque verde».
A sus 43 años, catorce años después de dominar en Augusta por cuarta vez, Tiger ha vuelto a deleitar a todos, a jugar como hizo en los años que era el número 1 mundial.
Lo hizo en una jornada que inició a dos golpes, del entonces líder, el italiano Francesco Molinari, en la que alternó seis ‘birdies’ y dos ‘boggies’, y deleitando al numeroso público presente el Augusta. No es de extrañar que tras embocar el último ‘putt’ alzase los brazos al cielo y lanzase un grito liberador.
Tras dominar el campo de Augusta en 1997, 2001, 2002 y 2005, se hizo con su quinta «chaqueta verde». Es, además, su decimoquinto grande, pues tiene en su haber tres Abiertos de los Estados Unidos (2000, 2002, 2008), tres Abiertos Británico (2000, 2005, 2006) y cuatro Campeonatos de la PGA (1999, 2000, 2006, 2007). EFE (I)
lm