Política bananera

Juan José Pons

Guayaquil, Ecuador

Durante el gobierno del Arq. Sixto Duran Ballén se inició la denominada GUERRA DEL BANANO con la Unión Europea para derrotar el sistema de cuotas a la importación de banano que querían imponer.

Esta guerra fue dirigida por el el gobierno entero, liderados por el  Presidente mismo, quien encargó al Vicepresidente Alberto Dahik la tarea, y junto con el Ministro de Agricultura, Ing. Mariano González, único ministro de agricultura en la historia del Ecuador que duró los 4 años de gobierno, sumando el trabajo de los Ministros de Relaciones Exteriores, Diego Paredes; de Comercio Exterior, Mauricio Pinto y José Vicente Maldonado, y el embajador ante la OMC -y luego ante la Unión Europea-  Dr. Alfredo  Pinoargote, apoyados por el sector privado liderado por Luis Noboa Naranjo, lograron para el Ecuador la victoria que le ha permitido hasta ahora ser el mayor proveedor de banano a ese mercado.

Es decir, hubo una política de Estado, ejecutada de forma coordinada y eficaz, por todo el Gobierno de ese entonces y el sector privado.

Hoy, el Ecuador se enfrenta a una nueva guerra por la competitividad y sostenibilidad de la industria bananera con batallas en distintos frentes tales como:

  1. La amenaza del fusarium FOCR4T.
  2. Las crecientes demandas de la Unión Europea con su política verde y social exigiendo requisitos que aumentan los costos de producción y afectan a nuestra competitividad y la mala utilización que de esa exigencias hacen ONGs transnacionales y, lamentablemente, a algunos malos ecuatorianos con denuncias sin sustento.
  3. La pérdida de mercados por no tener tratados comerciales -que si los tienen otros países exportadores de banano- que afecta nuestro acceso a Japón, Korea, China, Turquía y Canadá, por ejemplo.
  4. La última amenaza de restricciones fitosanitarias en Rusia, mercado que compra el 25% de nuestra exportación.
  5. El encarecimiento de los costos de producción, que nos limita competitivamente y perdemos mercados como el estadounidense.

Frente a esta guerra y batallas, el gobierno nacional no ha  podido coordinar una eficaz estrategia de Estado en la que todas las autoridades involucradas actúen  en conjunto con la misma urgencia y  dedicación que amerita un rubro que genera empleo a 250,000 familias ecuatorianas y genera una exportación de US$30,000,000. Con tremendo impacto en toda la economía de su cadena  de valor, hay iniciativas positivas con buenas intenciones de los ministros de Agricultura y Comercio Exterior pero requieren el apoyo político  de todo el gobierno que esta guerra demanda para ganarla.

Ojalá el  Presidente Moreno siguiera el ejemplo del Arq. Sixto Duran Ballén y organice una formidable iniciativa de TODO el gobierno, en coordinación con el sector privado, para defender la generación de empleo en el agro ecuatoriano y fortalecer la dolarización  incrementando la exportación de banano.

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