Fijan para febrero audiencia para juicio de Ola Bini

Quito, 29 de Agosto 2019. Audiencia de reformulación de cargos a Ola Bini APIFOTO / DANIEL MOLINEROS

La audiencia preparatoria del juicio en Ecuador al informático sueco Ola Bini, amigo de Julian Assange y sospechoso de intromisión en servidores informáticos, fue fijada para el 17 de febrero.

Así lo informó este viernes por redes sociales su abogado, Carlos Soria, en un mensaje en el que señaló: «Después de antenas saliendo de vehículos sospechosos, ya tenemos fecha para la audiencia en el caso Ola Bini. Será el 17 de febrero».

Y agrega que en esa audiencia, retrasada desde hace meses, defenderán «en derecho lo que pretendieron ajusticiar mediáticamente».

Bini fue detenido el pasado 11 de abril cuando pretendía abandonar Ecuador con destino a Japón, horas después de que el país andino pusiera fin al asilo que ofrecía al fundador de WikiLeaks, Julian Assange.

De 37 años, el informático estaba a la espera de la audiencia preparatoria desde octubre, cuando fue anulada la que estaba prevista por la ola de disturbios que sacudió el país a raíz de una decisión de suspender el subsidio a las gasolinas.

Experto en seguridad informática, Bini fue acusado a finales de agosto, dos días antes de que concluyera la instrucción fiscal, del delito de «intromisión» en servidores ecuatorianos, tipificado en el artículo 234 del Código Orgánico Integral Penal (COIP) ecuatoriano por el «acceso no consentido a un sistema informático, telemático o de telecomunicaciones».

El informático sueco permaneció detenido durante 70 días, tras lo cual fue dejado en libertad, en junio, por considerar el tribunal de la Corte Provincial en Quito que se habían violado sus derechos.

En una entrevista con Efe en noviembre, Bini se quejó de que su caso «sirve a poderosos intereses políticos», y que se trata de un extranjero al que han buscado «como chivo expiatorio conveniente» y por el que «el Gobierno deberá rendir cuentas ante el pueblo».

Y adujo que su caso está plagado de irregularidades que incluyen largas horas bajo arresto sin asistencia letrada, más de medio día sin que el consulado sueco tuviera conocimiento de ello y el no haber sido informado de los motivos de su detención, quizá -agrega- porque las autoridades no disponían de pruebas del supuesto espionaje cibernético al que apuntaron. EFE

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