Recuerdo cubano

Ricardo Israel Zipper

Miami, Estados Unidos

El título corresponde a un artículo escrito por el conocido profesor Roger Bartra en la prestigiosa revista mexicana Letras Libres.

No sería igualmente relevante para mi sino fuera porque relata un episodio de mi vida que había ocurrido varias décadas antes. Lo recibí por casualidad. Le había llegado a una compañera venezolana de la universidad inglesa en la que hice mi posgrado. La persona que se lo envió no sabía que nos conocíamos. Así llegó a mis manos y relata una situación que tuvo lugar en Cuba en 1978.

Más allá de la impresión que le causa a cualquier persona enterarse décadas después de algo muy kafkiano de lo que no tenía idea, fue escrito por un profesor muy respetado que había sido jurado del Premio Casa de las Américas.

Había enviado un trabajo al concurso por consejo de un profesor, quien me sugirió transformar en un ensayo largo un paper que había escrito sobre distintas teorías del fascismo. Me pidió que las vinculara a casos concretos en América Latina, incluyendo además de los más conocidos a Chile, el país del que venía.

Parece algo privado, pero el deseo de hacerlo público se debe a que   refleja en forma veraz la forma como funcionaba el sistema estalinista, al menos en lo intelectual, mientras Fidel Castro ejercía todo el poder, que en lo esencial se mantiene en la isla.

Por ello voy a transcribir textualmente lo que me llegó, ya que habla por sí solo:

  “Recuerdo Cubano» 

Roger Bartra

“Me sorprendió un poco que me invitaran a formar parte del jurado del Premio Casa de las Américas en 1978. Yo vivía en esa época en Paris y mi fe en la revolución cubana se había extinguido hacía mucho tiempo. Pero lo que no se había extinguido era mi curiosidad política. Nunca había estado en Cuba y tenía interés en ver con mis propios ojos el fenómeno político que hacía años había encendida la imaginación de tantos latinoamericanos. Así que acepté hacer el largo viaje a La Habana en enero de 1978.

Desde el comienzo recibieron a los jurados como si fuésemos altos dignatarios, protegidos por soldados y trasladados en autobuses que circulaban por la mitad de la carretera obligando a todo el tráfico a apartarse a nuestro paso. Nos recluyeron los primeros días en un lugar aislado de la sierra de Escambray, en el Hotel Hanabanilla, al lado de un tranquilo lago. Allí tendríamos todo el día para leer los manuscritos. Mis compañeros en el jurado de ensayo fueron el historiador venezolano Federico Brito Figueroa, el sociólogo ecuatoriano Agustín Cueva y el profesor Alberto Prieto de la Universidad de la Habana.

El mejor de los ensayos propuestos fue sin duda, de lejos, el escrito por el chileno Ricardo Israel Z., titulado “Un caso de fascismo dependiente”. Pero en su texto citaba a Trotsky para hacer una crítica de sus interpretaciones del fascismo. El profesor cubano nos advirtió que no podría ser premiado un ensayo que mencionara a Trotsky sin denunciarlo como traidor y agente de las potencias imperialistas. Yo defendí el ensayo de Ricardo Israel abiertamente. Brito y Cueva me apoyaron. Las discusiones fueron interminables y absurdas. Nada conmovía el dogmatismo del cubano, que seguía la línea oficial.

De regreso en La Habana, Agustín Cueva y yo nos reunimos a comer con Fernando Retamar y Mario Benedetti (escritores y funcionarios de Casa de las Américas) para protestar e intentar convencerlos. No hubo nada que hacer, no los persuadimos. Nos explicaron, además, que la votación final para aprobar cada premio, en los diferentes rubros (poesía, novela, etc) se haría en sesión plenaria de todo el jurado, y allí no tendríamos ninguna posibilidad de que nos apoyasen. Aunque la mayoría de los jurados de ensayo propusimos premiar al chileno, no pasaría en la votación final si los cubanos se oponían. Haydée Santamaría, directora de la Casa de las Américas, rechazó también la posibilidad de premiar un ensayo que citase a Trotsky, aunque fuese para criticarlo. Lo único que se logró fue que el premio de ensayo de ese año fuese declarado desierto.

Nunca más quise volver a Cuba”

Hasta ahí el artículo citado en forma textual. Habla por sí mismo, y como corolario, al leerlo no dejé de sentir pena por alguien que hasta entonces admiraba como Benedetti.


Ricardo Israel Zipper. Abogado. Master en Ciencia Política y Doctor (Ph.D.) en Government, Licenciado en Derecho. Diplomado en Survey Design and Analysis del European Consortium for Political Research . Diplomado en Planificación. Ex Candidato Presidencial. Autor de diversos libros y ensayos. Recibió el «Centennial Award» de la Arizona State University, Director Jurídico, Fundador y primer Director del Instituto Chileno de Estudios Municipales. Profesor Titular de la Universidad de Chile y de la Universidad Autónoma. Docencia de pre y posgrado en Derecho Constitucional, Derecho Político, Derecho Internacional Público, Ciencia Política, Relaciones Internacionales, Educación. Su texto ha sido publicado originalmente en el sitio del Interamerican Institute for Democracy y ha sido reproducido con autorización del sitio.

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