Arauz y la plurinacionalidad

Alberto Molina

Alberto Molina

Guayaquil, Ecuador

En la Asamblea Constituyente de 2008, cuyo gestor fue Rafael Correa, uno de los temas más discutidos y “negociados” fue la inclusión de la plurinacionalidad en el texto de la Constitución; temapolémico y por el que no había consenso en las diferentes bancadas, incluyendo algunas organizaciones indígenas. Pero el mayor detractor era el propio Correa y la mayoría de los asambleístas afines a su Gobierno.

La Federación Nacional de Organizaciones Campesinas Indígenas y Negras (FENOCIN), era una de las organizaciones que se oponía a la inclusión de la plurinacionalidad, entre otros, su líder el entonces asambleísta Pedro de la Cruz, aliado de Correa.

Manuela Cabascango, a la sazón presidenta (e) de la FENOCIN, señaló: “la plurinacionalidad no es unidad sino división de una nación; y, más allá de sus ambigüedades e indefiniciones, no solo ha sido motivo de división de los pueblos indígenas, sino que ha provocado que se impulse un monopolio de instituciones y representaciones por parte de pocas organizaciones y dirigentes, en detrimento de otros”.

La primera vicepresidenta de la Asamblea Constituyente, aliada de Correa, Aminta Buenaño dijo: “Que la mayoría de los integrantes de la Mesa 1 estaban a favor del término ´interculturalidad´, ya que la palabra no conllevaría el reconocimiento de una circunscripción de territorio para la comunidad indígena, que el ´temor´ es que con el reconocimiento de la plurinacionalidad se provoque una fragmentación del país”.

El 28 de marzo de 2008, el diario La Hora, publicó: “Desde el balcón de Carondelet y frente a aproximadamente mil indígenas, el presidente Rafael Correa agradeció a la FENOCIN y a la Federación de Indígenas Evangélicos (FEINE) por respaldar la noción de ‘Estado intercultural’, antes que a una mal entendida ‘plurinacionalidad’.

El mandatario agregó que no permitirá que sectores radicales que quieren defender su poder busquen entender a la plurinacionalidad como una alianza de territorio en donde tengan su sistema de justicia, salud y educación, en el que pretendan mandar ellos y no el legítimo Gobierno del Estado ecuatoriano.

Parte de nuestra riqueza es ser diverso pero unidos. Otra cosa son estos intentos de hacer naciones ficticias con territorios y gobiernos propios”.

A pesar de lo señalado, por cálculos y conveniencias políticas, Correa ordenó a su bloque que se incluyera la plurinacionalidad en la nueva Constitución.

El candidato Andrés Arauz, en una reunión con nativos amazónicos, en las riberas del río Aguarico, en la provincia de Sucumbios, les dijo: “Estamos aquí para pensar en la implementación de lo que ordena nuestra Constitución en la práctica. Tenemos que recuperar la institucionalidad que permita que este Estado plurinacional e Intercultural se vuelva una realidad y que haya los recursos adecuados para que eso sea posible”.

Rafael Correa que nunca creyó en la plurinacionalidad, reprimió brutalmente las protestas de los indígenas, los persiguió, los apaleó, los encarceló; en su gobierno asesinaron al profesor Bosco Wisuma; ahora, Arauz les ofrece: “La construcción de un verdadero Estado Plurinacional”.

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