Carta abierta a Guillermo Lasso:

Diego Montalvo

Quito, Ecuador

Ecuador es un país muy atrasado en temas de cultura y fomento a la lectura. La Ley Orgánica de Cultura únicamente sustenta la creación de un Ministerio de Cultura y de un Plan Nacional de Lectura que no ha generado las políticas para que los niveles de lectura mejoren dentro de nuestro territorio. Es triste ver cómo, con el pasar de los años, los oficiales de Gobierno y de altas esferas del Estado son los más alejados en temas de arte y son de todo, menos gente culta. Ahora, Don Guillermo Lasso, usted tiene la gran oportunidad de mostrarse como un hombre de letras, básicamente porque tiene hasta el momento dos libros bien logrados: Cartas a mis hijos y Otro Ecuador es posible.

Si analizamos el pasado histórico del país, existieron ilustres personajes que utilizaban la palabra escrita para analizar la situación nacional, o bien para demostrar las necesidades que tiene esta República. Mire a otros expresidentes como el Dr. Osvaldo Hurtado o el Dr. Rodrigo Borja y notará que ustedes tres no son del todo desiguales. Ambos fueron autores de libros imprescindibles como El poder político en el Ecuador y La costumbre de los ecuatorianos (en el caso de Hurtado) y La enciclopedia de la política (en el caso de Borja). Cartas a mis hijos y Otro Ecuador es posible hablan de un Guillermo Lasso sincero, con objetivos claros y con una visión de país determinada. No obstante, el haber dado el primer paso —en tema de haber publicado libros— implica que las lecturas nunca deben estar alejadas del quehacer político… de su quehacer político. ¿Qué deben, entonces, leer los gobernantes?

Si el mayor temor que podría experimentar don Guillermo es el de convertirse en un caudillo, debería tener en su mesita de noche El señor presidente de Miguel Ángel Asturias. Si desea confrontar las dictaduras debería leer La Fiesta del Chivo o Tiempos recios de Mario Vargas Llosa. Si quiere conocer sobre seguridad nacional y expertos en defensa del territorio no estaría demás que lea las novelas de Ian Fleming y ese maravilloso mundo del Agente 007 con el que John F. Kennedy solicitaba entrenamiento a agentes de la CIA. Si desea conocer sobre las complicaciones del espionaje, lea a John Le Carré (El topo o El espía que surgió del frío). Si le apetece tomar aliento en los momentos más críticos al momento de tomar decisiones lea Las horas más oscuras de Anthony McCarthen. Si quiere soñar con un país más justo y de cambios positivos, siga los pasos de Barack Obama expuestos en Una tierra prometida. Cuando necesite aprender sobre tecnología desentrañe las novelas de Michael Crichton (Parque jurásico, Congo y Next). Si como yo, es usted un gran admirador de los detectives, relea a Agatha Christie, Arthur Conan Doyle, Edgar Allan Poe, John Connolly o Patricia Highsmith. Si desea suspirar con el alma, lea Lo que el viento se llevó de Margaret Mitchell, El rumor del oleaje de Yukio Mishima, El corazón es un cazador solitario de Carson McCullers o Por quién doblan las campanas de Ernest Hemingway.

Es importante, como usted ha dicho, saber que el Ecuador no es un país quebrado. Si desea puede comparar la situación actual del país con lo que vivió Estados Unidos durante la gran depresión sobre todo en obras de John Steinbeck como Las uvas de la ira o De ratones y hombres.

El miedo es parte de la vida cotidiana y allí usted puede aflorarlo con Stephen King y El resplandor o Cementerio de animales. Cuando amanezca romántico, señor presidente, recite a María de Lourdes un verso de Bécquer, de Neruda o un pasaje de Romeo y Julieta de Shakespeare.

Quizá, en unos momentos más anodinos de su quehacer desea experimentar la rareza, nada mejor que Haruki Murakami y su Kafka en la orilla o Banana Yoshimoto y su novela Kitchen. Adentrarse en la historia es una buena idea para no cometer errores del pasado, allí tendrá la obra completa de Santiago Posteguillo, a Ken Follett y su trilogía The Century (La caída de los gigantes, El invierno del mundo y El umbral de la eternidad) y desde luego no puede faltar Jorge Molist con Canción de sangre y oro, Chufo Lloréns y su magna obra Te daré la Tierra y Julia Navarro con La sangre de los inocentes.

Haga que su familia sueñe con dragones, magos y brujos. Para ello, saque los tomos de Juego de Tronos de George R. R. Martin, busque a Harry Potter en sus siete libros escritos por J.K. Rowling y escuche el  rugido de Aslan desde la lejana Narnia en las Crónicas de Narnia  narradas por C.S. Lewis. ¿Quizá prefiera, señor presidente, recordar los hechizos del poderoso Gandalf? Entonces busque a Bilbo y a Frodo en El señor de los anillos y El Hobbit. ¡Desenvaine usted mismo una espada y acompañe a Diego Alatriste en esas maravillosas novelas de Arturo Pérez Reverte: El capitán Alatriste, Limpieza de sangre, El sol de Breda, El oro del rey, El caballero del jubón amarillo, Corsarios de Levante y cuya aventura culmina en El puente de los asesinos!  

Espero muy pronto poder sentarme con usted y conversar sobre libros. Seguro pasaremos un grato momento. Después de todo, la cultura es una parte importante de su gobierno. Lea como nunca, señor presidente y aplique todos los métodos requeridos para que este país sea una potencia cultural, como antaño, soñó Benjamín Carrión. 

El presidente electo de Ecuador, Guillermo Lasso, ofrece una rueda de prensa hoy, en el hotel Dan Carlton de Quito (Ecuador). Con el 97,99 % de las actas validadas, Lasso tiene el 52,48 % de los votos, mientras que su rival Andrés Arauz, apoyado por el expresidente Rafael Correa, acumula el 47,52 %. EFE/ José Jácóme

Más relacionadas