Coliseo romano ofrece ecorrido para conocer sus entrañas

La luna llena brilla sobre el coliseo romano, Italia, la noche del sábado, 5 de mayo de 2012.

Roma (Italia).- (Imagen: Álvaro Padilla) El Coliseo de Roma ofrece un nuevo recorrido a sus visitantes en su hipogeo, las galerías subterráneas, que permite conocer las entrañas del anfiteatro y «revivir» las competiciones durante sus más de 400 años de actividad a través de la nueva pasarela, que por primera vez cruza todo el anfiteatro.

«El nuevo recorrido del hipogeo permite revivir el Coliseo y el desarrollo diario de sus competiciones gracias al trabajo de restauración, que ha identificado las diferentes fases de reestructuración del anfiteatro», explicó hoy a Efe la directora del Parque Arqueológico del Coliseo, Alfonsina Russo.

El público del anfiteatro podrá caminar por los subterráneos desde la puerta Libitinaria, en la parte oriental, a la Triumphalis, en la occidental, un paseo completo que revela «como se transformó durante el paso de los años» la actividad de los hipogeos, que no siempre ofrecieron las mismas competiciones.

La imagen de un edificio como el Coliseo suele ser fija, como si siempre hubiese permanecido igual, pero el anfiteatro vivió diferentes etapas en función de los gustos de la época, y cambió desde su inauguración en el año 80 hasta su último espectáculo, una caza con animales en el 523.

Los trabajos de restauración, que tuvieron lugar entre 2018 y 2020 gracias a la financiación del grupo de calzado italiano Tod’s y se inauguraron el pasado junio, han logrado ubicar 28 pequeños ascensores y unas 20 plataformas centrales que se usaban para hacer aparecer sobre la arena a gladiadores y animales.

En el siglo III d.C los ascensores, situados en los pasillos laterales, se trasladaron al centro, un cambio que no es solo logístico, sino que ilustra «una gran transformación en los gustos por los juegos y en el modo en el que se desarrollaban».

«Los trabajos de restauración han definido las transformaciones en aquellos años», precisó Russo, que recordó que la muerte de los gladiadores era «excepcional» porque no interesaba económicamente, y por ejemplo, cuando el cristianismo ya era dominante en los últimos años del imperio, se dejaron de celebrar combates a muerte.

ILa arquitecta Gisella Capponi, quien dirigió el proyecto, posa en el Coliseo tras completarse la primera fase de su restauración, el viernes 1 de julio del 2016 en Roma. (AP Foto/Andrew Medichini)

La directora del parque arqueológico relató como podía ser una jornada normal de juegos: se empezaba el día con las cazas, bien entre animales o entre animales y personas; se seguía con las condenas a muerte, teatralizadas en base a mitos romanos; y finalmente, la jornada se clausuraba con los combates de gladiadores.

El hipogeo del Coliseo se transformó primero en el 217 tras un importante incendio, por el que permaneció cerrado cinco años, y luego volvió a sufrir reformas por terremotos en los años 443 y 508, unas reformas no solo arquitectónicas, sino que permiten «observar que algo cambió en los juegos de gladiadores».

«El Coliseo era el anfiteatro del emperador y usaba toda la tecnología conocida en aquel momento. Para mover un ascensor se requerían unas ocho personas, por lo que en el momento en el que se usaban todos al mismo tiempo, hacían falta unas 240 personas», ejemplifica la directora para mostrar la gran estructura física y humana tras el anfiteatro.

Una técnica que Russo espera que sirva también para la futura proyección de una arena sobre estos subterráneos, que «será muy tecnológica, como la antigua, pero con tecnología actual» y que según las previsiones -«si la pandemia no da problemas»-, se inaugurará en 2023.

El nuevo recorrido de 160 metros de pasarela gracias a los trabajos de restauración, que se han extendido por una superficie total de 15.000 metros cuadrados, también han servido para sentar las bases de las futuras obras de la nueva arena.

«No nos fijamos en el número de visitantes, sino en la calidad de la visita», especifica Russo, que destaca que lo importante es que el nuevo recorrido permite volver a vivir «en profundidad todas las actividades que desarrollaban en el ‘backstage’ del Coliseo».

1. «Ahora el público puede visitar todas las áreas subterráneas quw antes no era posible, solo el sector oriental, ahora en cambio el visitante baja por la puerta libitinaria, y puede salir por la puerta triunfalis, recorre los 200 metros enteros entre una puerta y otra, y también puede conocer el desarrollo de los hipogeos, lo que ocurría a lo largo de los años los hipogeos se transformaron, si bien enriquecieron. Ahora sabemos que había maquinaria muy compleja, con ascensores y plataformas móviles en el pasillo.

2. «Conocemos una primera fase de 28 ascensores por todo el perímetro anular de la arena, que fueron sustituidos en el siglo 3 después de Cristo por 60 ascensores en el corredor central. por lo que hubo una gran transformación en el gusto por los juegos, en la forma en que se desarrollaron, el perímetro se trasladó al centro».

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