Cien días después, ¿existe un Efecto Lasso?

Gonzalo Orellana

Londres, Reino Unido

Después del triunfo de Guillermo Lasso las redes sociales se llenaron de comentarios sobre el «Efecto Lasso», entiéndase un empujón económico producto de la confianza en un nuevo gobierno que se mostraría mucho más cercano al sector privado y un país abierto a los negocios. La primera muestra del efecto Lasso fue la caída pronunciada del riesgo país desde los 1.100-1.200 puntos a los 700-800 donde todavía se encuentra. ¿Pero más allá de eso, realmente existe un efecto Lasso?

La caída del riesgo país y la mejora de la cotización de los bonos de deuda soberana de Ecuador era esperable después del triunfo de un candidato que había prometido honrar las deudas. El riesgo país había subido desde inicios de año cuando se daba por descontada una victoria del candidato correísta. El riesgo país es un indicador que se mueve de manera inmediata ante cualquier noticia, otros indicadores económicos tardan mucho más en reaccionar. Tengo que reconocer que es demasiado pronto para analizar cual está siendo el impacto de tener el primer gobierno pro-negocio en más de 14 años, y por ende puedo pecar de injusto al valorarlo, sin embargo, creo que es importante revisar algunas cifras y también insistir en las medidas que este gobierno debe tomar.

Ecuador muestra mejores números en 2021 con respecto al fatídico 2020, lo cual es natural dado que el año pasado tuvimos meses de toque de queda, donde la actividad económica colapsó. Este rebote era esperable con cualquier presidente que hubiera ganado o aun si se mantenía Moreno. La verdadera pregunta es ¿Cuánto más va a crecer Ecuador teniendo a Guillermo Lasso? Miremos algunas de las cifras que nos pueden ayudar a entender cómo se está comportando la economía en este 2021.

El primer sector que podemos ver es el del crédito. El crédito es clave para mover la economía y al mismo tiempo es una muestra de confianza en el futuro del país. Nadie toma un crédito si cree que va a perder su trabajo o si cree que su empresa va a cerrar.

La última información disponible a agosto 2021 muestra que los depósitos han subido un 13% comparado con el mismo mes del 2020, mientras los créditos lo hacen al 10%. Hasta abril 2021, con el gobierno anterior, el crédito solo había crecido un 2% con respecto al año anterior. También vemos que el crédito crece más que los depósitos en junio, julio y agosto, con crecimientos de: $487m, $385m y $545m. Hasta abril el crédito crecía por debajo de los depósitos, mostrando un claro cambio en la demanda por crédito.

En el caso de los depósitos vemos que los depósitos a plazo crecen más que otros tipos de depósitos y dentro de estos vemos un cambio hacia plazos más largos, una muestra de confianza. Una muestra adicional de mejora en el sistema financiero es que la morosidad ha bajado del 3% en agosto 2020 a 2.5% en agosto 2021.

Otra variable para revisar es el comercio exterior, en particular las importaciones. Las exportaciones son importantísimas pues generan dólares y puestos de trabajo y todo apunta a que el 2021 tendremos un año récord de exportaciones. Sin embargo, son las importaciones las que reflejan mejor el comportamiento interno de la economía. La importación de bienes de capital y de materia prima reflejan el inicio de nuevos procesos productivos y los bienes de consumo muestran la confianza de los consumidores.

Es así como vemos que de enero a abril del 2021 veíamos una recuperación en las importaciones con respecto al 2020: +11% en Bienes de Capital, +17% en bienes de consumo y +22% en materia primas. Las cifras del Banco Central muestra que ese crecimiento se acelera desde la llegada al poder de Guillermo Lasso, por ejemplo, en julio el crecimiento fue de: +39% en Bienes de Capital, +33% en bienes de consumo y +85% en materia primas.

Que la mayor subida se vea en le importaciones de bienes de capital y materias primas es un buen indicador del futuro crecimiento económico.

Otro indicador interesante es el Índice de confianza empresarial calculado por el Banco Central. Este es un indicador basado en la opinión de cientos de empresas dividido en cuatro sectores: Industrial, Comercio, Servicios y Construcción. Este indicador tuvo una caída enorme en marzo del 2020 y se mantuvo en niveles muy bajos durante varios meses. A finales del 2020 empezó a subir para luego caer una vez más en enero, febrero y marzo cuando el resultado electoral parecía una derrota de Lasso, pero desde abril el índice ha venido subiendo desde 1.463 puntos hasta 1.488 puntos en julio 2021.

Un indicador adicional de la reactivación económica es la recaudación tributaria. Aquí vemos que de enero a mayo (gobierno de Moreno) el SRI recaudo un 7% más que en el mismo periodo de 2020. De enero a  junio 2021 la recaudación tributaria creció un 11%, de enero a julio lo hizo un 12% y de enero a agosto un 13%, es decir la recaudación no solo crece con respecto a 2020, lo cual era esperable, sino que el crecimiento se acelera desde junio. Si miramos las cifras solo de recaudación del IVA, vemos que creció un 52% en junio, 39% en julio y un 30% en agosto una buena muestra que la actividad económica se aceleró luego del resultado electoral.

Existen otras variables que toman más tiempo en reaccionar y donde la limitada información económica que hay en Ecuador no nos permite ver un “efecto Lasso”.

El primero de ellos es la inversión, lastimosamente el BCE tarda varios meses en publicar dichos números. La variable más importante, tanto para los ciudadanos como para el presidente, es el empleo y aquí vemos que todavía no se puede hablar de un “efecto Lasso”.

Hay que tomar en cuenta que el empleo es una variable retrasada, es decir que se empieza a mover varios meses después que otras, y esto se debe a que las empresas toman decisiones sobre despedir o contratar una vez que tiene certezas sobre hacia donde se va a mover su economía. Las cifras de empleo muestran que luego de una constante reducción durante 2020, esta se ha estabilizado en 2021 y empieza a mostrar, por ahora débilmente, que el empleo está creciendo.

Con la información disponible vemos que la llegada de Guillermo Lasso al poder ha generado mayor confianza a nivel externo e interno. Esta confianza se está traduciendo en mayores importaciones de maquinaria y materias primas, mayor demanda de crédito, mayor recaudación tributaria y en los próximos meses debería también reflejarse en mayor empleo.

Sin embargo, tenemos que ser realistas, este efecto es temporal y no se sostendrá a menos que el gobierno siga dando señales de que está dispuesto a resolver los problemas de país y realizar las reformas necesarias: tributaria, laboral, a la Seguridad Social por citar algunas.

La llegada de Lasso al gobierno cambio la percepción del país y también las expectativas, sin embargo, a largo plazo esas expectativas deben traducirse en cambios reales en el funcionamiento del Estado y en la calidad de las instituciones públicas.

El “efecto Lasso” existe, pero no será suficiente si el gobierno no actúa con valentía y visión de largo plazo.

Quito, 01 de septiembre de 2021. El presidente del Ecuador, Guillermo Lasso Mendoza, compartió con jóvenes y profesores de la Unidad Educativa Manuela Cañizares para inaugurar el año lectivo en la sierra y amazonía 2021-2022 y el retorno a las aulas luego de la ausencia por el COVID-19. Foto: Bolivar Parra-Presidencia Ecuador

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