Derribo de narcoavionetas

Alberto Molina

Guayaquil, Ecuador

La violación del espacio aéreo ocurre cuando aeronaves sobrevuelan el espacio aéreo ubicado sobre el territorio de un Estado, sin cumplir las disposiciones legales que se ha establecido a tales efectos. El Estado está obligado a mantener el control y defensa integral del espacio aéreo continental, insular y marítimo y frente a una amenaza, deberá emplear los procedimientos de interceptación, persuasión e inutilización de aeronaves que realizan vuelos ilegales, sobre todo las llamadas narcoavionetas.

El Consejo de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), organismo de la ONU, recomienda: «La aeronave interceptora debería abstenerse de utilizar armas en todos los casos de interceptación de aeronaves civiles”.

Esta recomendación surgió ante la conmoción que causó en la comunidad internacional el derribo por interceptores soviéticos del avión de Korean Airlines, el 1 septiembre de 1983, cuando sobrevolaba territorio restringido de la Unión Soviética, donde murieron 246 pasajeros y 23 tripulante.

No obstante la recomendación de la OACI, un avión de Irán Air, fue derribado el 3 de julio de 1988 en el Golfo Pérsico por un buque lanzamisiles norteamericano, matando a sus 290 ocupantes; por último, el 3 de enero de 2020 un avión ucraniano fue derribado momentos después de haber despegado del aeropuerto de Teherán, capital de Irán, dejando 176 muertos.

Sin embargo de los trágicos ejemplos señalados, no se puede afirmar que exista una norma específica que prohíba a un Estado hacer uso de la fuerza contra una aeronave civil, por violar su espacio aéreo.

Vale la pena señalar que la OACI establece una distinción entre «aeronaves de Estado» y «aeronaves civiles o privadas»; las primeras corresponden a las «utilizadas en servicios militares, de aduana o de policía”, para ellas está terminantemente prohibido volar «sobre el territorio de otro Estado» o aterrizar en él, salvo autorización especial; las segundas, son aquellas que realizan «servicios internacionales regulares”, aterrizar en un país mediante convenios o sobrevuelan su espacio aéreo sin escalas.

En Sudamérica, Colombia, es el de mayor antigüedad en esta materia, cuenta con un acta que permite el derribo de aeronaves en su espacio aéreo desde 1993; sólo Ecuador y Paraguay no cuentan con una Ley de Control para la Defensa del Espacio Aéreo y Derribo de Aeronaves no Identificadas, apenas mantienen un débil control de radares.

El presidente Guillermo Lasso, anunció que próximamente enviará a la Asamblea Nacional un proyecto de ley que autorizaría el derribo de aeronaves irregulares en el territorio nacional, en respuesta a una creciente presencia de avionetas de los carteles del narcotráfico y el crimen organizado que ingresan a nuestro país con dinero y armas.

Pese a los sofisticados sistemas de la defensa del espacio aéreo de países que emplean alta tecnología, no hay fronteras invulnerables, recordemos que el 28 de mayo de 1987, una pequeña avioneta Cessna piloteado por el joven de 19 años Mathias Rust de Alemania Oriental, aterrizó en plena Plaza Roja, en Moscú, burlando la defensa antiaérea, de esta forma quedó humillada la poderosa Fuerza Aérea Soviética.

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