Rusia registró en la últimas veinticuatro horas un total de 124.070 nuevos casos de COVID-19 y las autoridades sanitarias informaron de 621 muertes por coronavirus, 4 más que en la pasada jornada.
El número de los contagios se mantiene por encima de los 120.000 por segundo día consecutivo, puesto que en la víspera, las autoridades sanitarias informaron de 121.228 positivos.
En la capital, foco de la pandemia en Rusia, se detectaron 23.417 nuevos casos, casi 500 menos que el día anterior, y se registraron 75 decesos, uno más que el día anterior.
En San Petersburgo el número de casos diarios subió a 15.802 y 60 decesos.
Mientras, las hospitalizaciones subieron en un 40 % en el transcurso de la semana pasada, según el centro operativo de lucha contra la enfermedad infecciosa.
En lo que va de pandemia en Rusia se han notificado 11.861.077 casos de COVID-19 y 331.349 fallecimientos, aunque la cifra oficial de exceso de muertes prácticamente duplica este número.
Las autoridades atribuyen el drástico incremento de casos a la rápida propagación de la variante ómicron del coronavirus, mucho más contagiosa que otras.
Según la vice primera ministra rusa, Tatiana Gólikova, delta dejó de ser la variante dominante en Rusia el pasado 26 de enero.
Ante esta ola de contagios, Ayuntamiento de Moscú han recomendado a los mayores de 60 años y personas con enfermedades crónicas permanecer en sus domicilios.
También han pedido a las empresas que reimplanten el teletrabajo para el mayor número de trabajadores posible con el objetivo de evitar aglomeraciones en el transporte público.
El Kremlin descartó este lunes planes de anunciar un nuevo confinamiento en el país debido a la situación con el coronavirus.
Según las autoridades sanitarias, para el día 28 de este mes 79.269.155 rusos habían recibido la pauta total de la vacunación, lo que representa un 64,4 % de la inmunidad colectiva del 80 % que Rusia quiere alcanzar. EFE (I)