Indígenas continúan el cuarto día de protesta contra el Gobierno de Lasso

Girón 14 de junio del 2022 En el sector de Santa Marianita del cantón Girón se encuentra cerrada la vía en protesta contra las medidas del gobierno nacional. APIFOTO

La liberación del líder indígena Leonidas Iza, que convocó a las protestas iniciadas el lunes contra el Gobierno de Ecuador, redujo este miércoles la crispación generada por su detención, aunque la movilización se mantendrá de forma indefinida contra el Ejecutivo del presidente conservador Guillermo Lasso.

En su primer pronunciamiento oficial tras salir en libertad condicional, Iza, presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), acusó a Lasso de su detención, a la que calificó de «secuestro político», y exhortó a sus seguidores a seguir la protesta «nacional e indefinida» desde las comunidades.

«Ustedes (Gobierno) seguirán presionando a jueces y fiscales. Nosotros nos vamos hasta las últimas consecuencias, hasta la CIDH (Comisión Interamericana de Derechos Humanos) para defender nuestro derecho», espetó Iza.

El presidente de la Conaie, la mayor organización indígena del país, que agrupa a 14 nacionalidades originarias de Ecuador, negó tajantemente los cargos que se le imputan por presuntamente paralizar servicios públicos con los bloqueos de carreteras acontecidos en el primer día de la movilización.

«Rechazamos toda la persecución que se está dando en estos días a mi persona. Ni un solo herido ni detenido más. Ni un compañero que de pronto pierda la vida», añadió Iza.

DETENIDOS Y HERIDOS

Hasta el momento, hay al menos 22 heridos, de ellos 12 manifestantes reportados por la Conaie en la provincia andina de Cotopaxi y en la amazónica de Sucumbíos, además de 10 militares, que resultaron lesionados durante la madrugada al repeler el intento de toma de instalaciones petroleras de la estatal Petroecuador.

Se han registrado 32 detenciones, según la Conaie, entre ellos la del propio Iza, mientras que el último reporte del Ministerio del Interior indicaba 20 aprehensiones.

No obstante, el titular de esta cartera, Patricio Carillo, denunció un nuevo «secuestro» de policías, esta vez siete agentes que quedaron retenidos por una comunidad de Cotopaxi y que fueron liberados horas más tarde bajo mediación del gobernador provincial.

Mientras, en la Amazonía hay varios pozos de extracción de crudo detenidos en yacimientos operados por la estatal Petroecuador y por la privada PetrOriente que ya han mermado la producción en al menos 2.500 barriles de crudo, y el gremio exportador florícola denunció extorsiones de los manifestantes para dejar transitar sus vehículos.

GOBIERNO OFRECE DIÁLOGO

A pesar de ello, el ministro de Gobierno, Francisco Jiménez, afirmó en una rueda de prensa que «el número de eventos se ha reducido drásticamente».

«Nos alegra ver que no ha habido desmanes ni actos vandálicos. Tal vez alguno que otro por ahí, pero la beligerancia de los grupos ha disminuido. Hoy ha sido un buen día», valoró Jiménez.

Por su parte, el presidente Lasso reiteró en redes sociales que su administración tiene «las puertas abiertas al diálogo», pero advirtió que no cederá «ante grupos violentos que pretenden imponer sus normas».

«Las agendas de protesta son legítimas, pero no pueden darse con base en engaños y búsqueda de violencia», insistió Lasso.

LA ONU PIDE RESPETO

En este escenario, la ONU llamó este miércoles al Gobierno de Ecuador a respetar el derecho a la protesta y a garantizar el debido proceso a todos los detenidos en el marco de las manifestaciones, mientras que instó a los actores sociales a «a ejercer su derecho a la protesta de manera pacífica».

Durante este miércoles, en Quito hubo por segundo día consecutivo una manifestación de estudiantes en adhesión a las demandas del movimiento indígena.

También en la capital ecuatoriana se dejó ver durante la tarde una caravana con un nutrido grupo de indígenas que hizo recordar a varios quiteños la llegada de estas comunidades a la ciudad en la ola de protestas de octubre de 2019, saldada con una docena de fallecidos y unos 1.500 heridos, de ellos un tercio eran fuerzas de seguridad.

Estas nuevas movilizaciones fueron convocadas por la Conaie después de que no llegaran a buen puerto los distintos intentos de diálogo sostenidos con el Gobierno durante el primer año de mandato de Lasso.

Las demandas del movimiento indígena incluyen la congelación de los precios de los combustibles que están liberalizados, el control estatal para impedir la escalada de los precios, anular las privatizaciones, aplicar una moratoria de deudas para los campesinos y otra moratoria para las actividades mineras. EFE

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