El FMI espera gran impacto económico en Alemania si hay corte del gas ruso

ARCHIVO - Instalaciones para almacenar gas de la empresa VNG AG en Teutschenthal, en el este de Alemania. Foto: Christian Modla/dpa-Zentralbild/dpa

El corte duradero del suministro de gas ruso causaría una «reducción considerable» de la actividad económica de Alemania y una mayor subida de la inflación en el país, según un informe del Fondo Monetario Internacional (FMI), que pronostica un crecimiento del 1,2 % del PIB alemán en 2022.

El FMI había previsto para Alemania un crecimiento económico del 2,1 % en su informe sobre la economía mundial del pasado abril, después de haber aplicado ya un recorte de 1,7 puntos porcentuales a su pronóstico de enero pasado.

«Una guerra prolongada (en Ucrania) y el resurgimiento de las infecciones por COVID-19 también podrían intensificar las interrupciones de la cadena de suministro» para las empresas alemanas, según el nuevo informe del organismo multilateral con sede en Washington.

El FMI espera que en el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) alemán baje al 0,8 % en 2023 y advierte de que «el aumento de los costos de la energía está reduciendo el superávit en cuenta corriente y alimentando las presiones generalizadas sobre los precios».

Por ello el organismo espera que la inflación alcance un promedio del 7,7 % en 2022 y el 4,8 por ciento en 2023.

La inflación interanual en Alemania alcanzó en junio el 7,6 %, principalmente por la energía, aunque la tendencia al alza de los precios se ralentizó ligeramente en ese mes debido a medidas como el transporte público subvencionado y el descuento en los carburantes.

«La guerra en Ucrania ha creado nuevos vientos en contra, incluida la reducción de los flujos de gas desde Rusia, precios más altos de la energía, escasez de insumos intermedios clave, demanda y confianza externas más débiles y condiciones financieras más estrictas», resume el FMI en su informe sobre Alemania.

Los expertos estiman que «hasta ahora, la guerra ha tenido efectos limitados en el sector financiero. En general, los bancos siguen siendo en gran medida resistentes a los shocks de solvencia y liquidez».

Desde un anterior informe sobre Alemania el FMI ha constatado que «las autoridades han fortalecido los marcos microprudenciales para banca y seguros, planificación de resolución y preparación para crisis. Sin embargo, la baja rentabilidad bancaria sigue siendo una fuente de vulnerabilidad».

Además, recuerda que las pruebas de estrés a las que se han sometido los bancos alemanas «identifican déficit de capital y liquidez en dólares estadounidenses en algunos bancos individuales en escenarios adversos».

El FMI recomienda a las autoridades alemanas que continúen «amortiguando el impacto de cualquier otro aumento considerable en los precios de la energía a través de medidas específicas y de duración determinada para los hogares vulnerables».

Además, estiman que Berlín debe permitir que los precios internacionales más altos del gas se trasladen a los usuarios finales «para incentivar el ahorro de energía y facilitar la acumulación de inventarios de gas».

Los expertos del FMI consideran que la política fiscal del Gobierno alemán «es apropiada para 2022 y que el plan de las autoridades para volver a la regla de freno de la deuda en 2023 (…) debería ser manejable», en alusión al principio constitucional que limita el endeudamiento público y que se dejó de aplicar para hacer frente a las consecuencias económicas de la pandemia.

No obstante, en el informe añaden que, «dada la gran incertidumbre», será necesario mantener cierta flexibilidad y «recalibrar» los planes fiscales a corto plazo «según sea necesario». EFE

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