El canciller Olaf Scholz expresó hoy el compromiso del Gobierno alemán de cambiar su relación con China y establecer «un intercambio sincero» en la visita de un día que realizará mañana al país asiático.
«La búsqueda (china) de la seguridad nacional -sinónimo de la estabilidad del sistema comunista- y la autonomía nacional serán más importantes en el futuro. Y a medida que China cambia, la forma en que tratamos con ella debe cambiar también», escribió en un artículo para la revista Politico.
El líder germano admitió que, si bien la guerra en Ucrania ha cambiado las relaciones internacionales, «incluso en estas circunstancias, China sigue siendo un importante socio comercial y de negocios para Alemania y Europa; no queremos desvincularnos de ella».
Sin embargo, destacó que Alemania buscará acabar con «las dependencias unilaterales» en relación a determinados productos o tecnologías.
«También con las inversiones chinas en Alemania, diferenciaremos en función de si este negocio crea, o aumenta dependencias de riesgo», explicó en referencia a la reciente polémica sobre la inversión de una naviera china en el puerto de Hamburgo.
El Gobierno alemán autorizó la semana pasada una participación del 24,9 por ciento de la naviera china Cosco en una de las terminales del puerto de Hamburgo, en lugar del 35 por ciento previsto inicialmente.
«Seguiremos insistiendo en la reciprocidad (en los negocios con China). Y si China se niega a permitir esta reciprocidad, esto no puede ser sin consecuencias», agregó Scholz.
Asimismo, el canciller alemán afirmó que no evitará «cuestiones difíciles» en sus conversaciones con el Gobierno chino, tales como el estatus político de la isla de Taiwán o las violaciones a los derechos humanos en la provincia de Xinjiang, en el extremos occidental del país. dpa