Roma, 26 nov (EFE).- Un corrimiento de tierra en la isla italiana de Ischia (sur) tras una noche de lluvias torrenciales causó la muerte de una mujer, cuyo cadáver fue recuperado ya de entre el barro, y una decena de desaparecidos que los equipos de rescate buscan sin tregua.
El delegado del Gobierno en Nápoles, Claudio Palomba, confirmó este balance en una rueda de prensa pero subrayó que se trata de un cómputo provisional pues hay «entre 10 y 12 personas» cuyo paradero se desconoce y que no responden a las llamadas.
«Las labores siguen en curso pero entorpecidas por las condiciones meteorológicas», refirió por su parte el jefe de Protección Civil, Fabrizio Curcio, que vaticinó una noche «complicada» de búsquedas.
La isla de Ischia, frente al Golfo de Nápoles, registró la pasada noche lluvias torrenciales que provocaron inundaciones y un grave corrimiento de tierra que arrastró violentamente todo a su paso en la zona del municipio de Casamicciola Terme, en su vertiente norte.
Una parte de una montaña cedió y alcanzó varias casas de la localidad, que están siendo rastreadas con mucho esfuerzo y dificultades por los equipos de emergencia, reforzados con unidades llegadas desde Nápoles, de otros puntos y las Fuerzas Armadas.
En un primer momento, el ministro de Infraestructuras y vicepresidente, Matteo Salvini, había anunciado ocho muertos, pero luego el titular de Interior, Matteo Piantedosi, lo rectificó y señaló que no constaba muerto alguno, solo desaparecidos.
Sin embargo, poco después se recuperó el cadáver de una mujer joven, de unos 30 años, que todavía no ha sido identificada.
«Era un momento de gran dificultad y de confusión», justificó el alcalde napolitano, Gaetano Manfredi, desde el centro de coordinación.
Las imágenes que llegan de Ischia, una isla volcánica famosa por sus aguas termales, son de devastación y caos, con casas derrumbadas, calles repletas de rocas y árboles arrancados de raíz y coches y autobuses arrastrados hasta la propia costa.
En estas condiciones, agravadas por las lluvias y la oscuridad de la noche, los expertos tratan de encontrar posibles supervivientes o víctimas: «La situación es muy difícil porque se trata de personas que están probablemente bajo el fango», ilustró Piantedosi.
El balance también señala que varias personas tuvieron que ser hospitalizadas, entre ellas un chico en condición grave por un fuerte traumatismo en el tórax, mientras que otras ocho en un primer momento dadas por esaparecidas acabaron dando señales de vida.
Unos 200 vecinos de Casamicciola han tenido que ser evacuados y están siendo asistidos en un estadio cercano a la localidad.
La primera ministra, Giorgia Meloni, sigue la situación desde Roma mientras que al lugar llegaron sus ministros de Exteriores y de Cultura, Antonio Tajani y Gennaro Sangiuliano, que habían acudido a Nápoles para el estreno del Teatro San Carlo, finalmente pospuesto.
La isla de Ischia es una apreciada meta vacacional que a menudo se ve sacudida por terremotos -el último en 2017- fruto de su naturaleza volcánica, ya que forma parte de las Islas Flégreas, como Procida o Capri, a poca distancia de colosos como el Vesubio.
Pero tradicionalmente también registró corrimientos de tierra, el último en 2009, cuando murió una niña y 40 personas resultaron heridas, mientras que en 1910 perecieron 11 personas en otro aluvión, según el Centro Nacional para las Investigaciones (CNR).
La pregunta que todo el mundo se hace en Italia es por qué nunca se hizo algo para asegurar esta zona hidrográfica acostumbrada a los desastres.
Otra de las preocupaciones tiene que ver con la crisis climática, pues algunas autoridades y organismos han apuntado a esta amenaza como un factor clave en este tipo de desastres naturales.
El temporal que afectó a esta idílica isla empezó en la pasada medianoche y en su momento más álgido provocó precipitaciones de 126 milímetros de agua, el mayor dato registrado en dos décadas por los pluviómetros del CNR.
Además, quebró una zona montañosa azotada por una prolongada sequía en los últimos meses y que acabó abalanzándose sobre las casas con fatales consecuencias. EFE (I)