Carta abierta al Presidente Lasso

Alberto Molina

Guayaquil, Ecuador

Señor presidente:

Usted fue escogido ante el peligro de que, a través de una marioneta impuesta por quien había gobernado durante diez años, en forma autoritaria, abusiva, prepotente y sobre todo corrupta, vuelva a completar el saqueo. Además de lo señalado, vale la pena resaltar que fue el poder ciudadano que lo llevó al solio presidencial.

Gobernar este país no es nada fácil, sobre todo con una herencia nefasta en lo económico, social y político dejada por sus predecesores; además, con una Asamblea Nacional de mayoría de oposición ciega que empezó a conspirar desde el primer día de su posesión; además, de los grupos de poder económico que sólo buscan medrar y la suerte del país les importa un comino.

A más de la crisis económica, la pandemia del Covid-19 que azotó al mundo entero, puso lo suyo y se ensañó en nuestro país. Sus eficaces ejecutorias por paliar esa grave situación, nos permitió salir adelante; en miles de familias ecuatorianas, quedó el dolor de amigos y parientes que habían fallecido víctimas de la pandemia, pero no faltaron los carroñeros que se aprovecharon de la situación para vender medicinas, insumos médicos y hasta fundas de cadáveres con sobreprecios.

La oposición en la Asamblea, en vez de dedicarse a legislar en beneficio del país, más bien dio las espaldas a sus electores y se dedicó de lleno a la conspiración, hubo varios intentos, felizmente fallidos, por desestabilizar a su gobierno. Ahora más que nunca, no hay como confiarse de los conspiradores a sueldo y de sus titiriteros.

Desgraciadamente el círculo de colaboradores que lo rodea, nombrados por usted, creo que no son los más idóneos. Sin duda se trata que sean competentes y leales, no incondicionales, que tengan la suficiente entereza de decirle lo que debe saber, no lo que quiere oír. No decirle la verdad es deslealtad y solo podría verse en áulicos que estén felices medrando cómodamente del poder.

Señor presidente, usted carece de un partido político, no dispone de una plataforma de apoyo, el reemplazo del fallecido César Monge resultó un fiasco, un NN que desapareció del mapa político.

Señor presidente, usted necesita operadores políticos de fuste que le ayuden a tomar buenas decisiones, sobretodo un ministro de Gobierno de experiencia y dispuesto a enfrentar a esa gavilla de conspiradores; igual, usted no puede ser su propio vocero, no puede “repicar y recoger las limosnas”, para eso tiene sus ministros que son sus fusibles; igualmente, debe tener una política comunicacional que sus mensajes lleguen a todos los ecuatorianos y a todos los rincones de la patria, en forma clara y oportuna.

Le quedan dos años para gobernar, la situación sin duda, se ha puesto cuesta arriba. En esas circunstancias se verá al estadista, como dicen los comentaristas deportivos: “tiene que poner toda la carne en el asador”. Las tres demandas más importantes de la mayoría son: la seguridad, el empleo y la lucha contra la corrupción.

Señor presidente, en sus manos está el trascender en la historia del Ecuador.

El presidente Lasso en su primera aparición tras los resultados electorales, el 6 de febrero de 2023.

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