El Ministerio de Seguridad Pública de Costa Rica informó este lunes del decomiso de 462 kilos de cocaína que se encontraban en un contenedor con fruta de exportación que tenía como destino Portugal.
El operativo se llevó a cabo el domingo en el muelle Gaston Kogan, ubicado en Moín, provincia de Limón (Caribe), donde las autoridades descubrieron el cargamento de cocaína oculto entre fruta fresca que tendría como destino Setúbal, Portugal.
“Es importante que una vez más la Policía costarricense da un golpe al narcotráfico, se detienen kilos de cocaína que iba a ser reexportados, enviados desde Costa Rica a Europa”, dijo en un comunicado el ministro de Seguridad Pública, Mario Zamora.
La droga fue encontrada cuando los oficiales de la Policía Control de Drogas (PCD) realizaban una inspección en el muelle y detectaron varios bultos sospechosos, en los que finalmente había 462 kilos de cocaína, indicó el MSP.
Ese muelle es operado por la estatal Junta de Administración Portuaria y de Desarrollo Económico de la Vertiente Atlántica (Japdeva).
El principal puerto de Costa Rica es la Terminal de Contenedores de Moín, situada en la misma provincia de Limón y que es operada en concesión por la firma internacional APM Terminals.
En esa terminal de contenedores el Gobierno instaló el 13 de julio pasado dos escáneres para revisar toda la carga que ingresa y sale de ese puerto con el fin de luchar contra el narcotráfico.
El envío de droga en contenedores se ha intensificado en los últimos años en Costa Rica, ante lo que el Gobierno actual del presidente Rodrigo Chaves prometió la instalación de los escáneres.
Durante 2022, la Policía de Control de Drogas (PCD) halló al menos 8 contenedores con un total de 9,5 toneladas de cocaína; en 2021 fueron 19 contenedores y una carga de 16,1 toneladas de cocaína, y para 2020 la carga fue de 17,1 toneladas en 17 contenedores.
En 2023, las autoridades han hallado al menos 3 contenedores con un total cercano a las 2,2 toneladas de cocaína.
Según han explicado las autoridades, la droga suele llegar a Costa Rica en lanchas desde Suramérica y grupos criminales locales se encargan de recibir los cargamentos, almacenarlos y luego introducirlos en contenedores de productos lícitos para enviarlos a Europa, principalmente. EFE (I)