
Guayaquil, Ecuador
La nueva película de Martin Scorsese, Killers of the Flower Moon (Los asesinos de la luna en Hispanoamérica), cuenta una desgarradora historia real sobre la injusticia y el racismo en los Estados Unidos; también tiene muy sutiles y efectivas actuaciones además de una cinematografía deslumbrante, pero todo lo que he escuchado de ella desde que salió es que es demasiado larga.
Y es verdad. La cinta dura casi tres horas y media. Es incluso más larga que The Irishman (El irlandés), el proyecto anterior del director, que ya hizo enojar a muchas personas cuando salió en 2019 por el mismo motivo. Y eso que eran apenas 209 minutos.
También recuerdo cuánto se quejó mi amigo después de que vimos Avatar: The Way of Water hace unos meses. Es una de las películas con más acción que he visto en toda mi vida, pero para él era simplemente muy larga. En su mente, cualquier gracia que tenía la película no valía la incomodidad de estar sentado en una sala de cine por tres horas.
Y mi amigo no está solo. En aparente modo de protesta, el sitio inglés The Economist recientemente publicó un artículo titulado “¿Por qué las películas se han vuelto tan ridículamente largas?” Al parecer, en promedio, las películas son un 50 % más largas que hace un siglo, lo que es bastante extraño, ¿no?
Entonces, hay que preguntar, si a las personas no les gustan las películas largas, ¿por qué parecen ser tan comunes?
Tratando de responder esta pregunta lo primero que alguien podría decir es que se trata de una falta de mesura por parte de la industria del cine. Los directores no quieren cortar sus trabajos por razones de ego, quizá convenciéndose a sí mismos de que la genialidad de su trabajo justifica las tres horas de duración. No puede ser coincidencia que las películas que más causan estas quejas vienen de cineastas famosos como Martin Scorsese, Chris Nolan o James Cameron.
Claro que también puede venir de la obsesión de Hollywood con la grandiosidad. Los estudios siempre se están matando tratando de hacer un proyecto más grande que el que hicieron el año pasado, después de todo. Y qué mejor forma de hacer algo más impactante que haciendo que la historia tenga más escenas de acción, más personajes, más secuencias musicales, todo lo cual significa una mayor duración. Claro, las personas podrían aburrirse un poco, ¿pero qué le importa eso a una corporación?
Pero aquí va una pregunta. ¿Estamos completamente seguros de que a las personas no les gustan las películas largas? Es verdad que hemos escuchado algunas quejas y conozco a muchas personas que me han dicho que se rehúsan a ver algo como Los asesinos de la luna simplemente porque dura más de tres horas, pero también hay razones para creer que esto no es verdad. Avatar: The Way of Water, recaudó más de 2 billones de dólares en la taquilla global. Su antecesora, Avatar, que salió en 2009, sigue siendo la película que más dinero ha ganado en la historia y dura más de dos horas y media. Solo mira cualquier lista de las películas más lucrativas y vas a encontrar títulos como Titanic, El padrino o Lo que el viento se llevó, todas películas famosamente largas.
He escuchado a muchas personas diciendo que es bueno cuando una película es corta, pero nunca se siente como un halago sincero. Si de verdad fue una experiencia entretenida, seguramente no me molestaría ver unos minutos más. Si quiero que algo se acabe, seguramente el problema no es la duración. Yo diría que la verdad es lo contario. Cuando somos fanáticos de algo, queremos que dure más. Solo mira, por ejemplo, los recientes conciertos de Taylor Swift. Duran 3 horas y media, pero la gente sigue yendo. Claro, seguramente hay muchos padres a los que no les hace gracia estar ahí tanto tiempo, ¿pero en serio creemos que disfrutarían mucho más de la experiencia si fueran tan solo 90 minutos?
Si lo ves así, no es confuso que las películas se hayan hecho más largas con el tiempo. La verdad es que tiene bastante sentido. Por supuesto, eso no significa que no haya un mérito en hacer algo corto y conciso, solo que no parece que tengamos un buen incentivo para hacerlo. A mí me encantaría ver una película de Martin Scorsese que sea perfectamente concisa con 90 minutos de duración. Eso suena muy bien. No sé por qué Scorsese escucharía mi consejo, pero suena como una buena idea. (O)