
Las fuerzas ucranianas prosiguen su retirada cerca de Pokrovsk, en la región oriental de Donetsk, pese a lo cual logran causar elevadas bajas al enemigo y limitar el avance de las tropas atacantes.
Entre un tercio y la mitad de todos los asaltos llevados a cabo por Rusia en Ucrania en los últimos días han sucedido en esta zona, en la que Moscú ha estado intentando sumar nuevos éxitos tras tomar Avdivka y Ocheretine, hace cinco y tres meses respectivamente.
A lo largo de la última semana, Rusia ha conquistado las localidades de Progres y Vovche y desde entonces ha avanzado varios kilómetros a lo largo de la línea de ferrocarril hacia el oeste, hacia el importante nudo logístico de Pokrovsk.
«Ésta es la parte más complicada del frente ahora mismo. La táctica rusa es buscar puntos más débiles de nuestra defensa y después golpearlas con todas sus fuerzas», dijo a EFE desde la zona Yana Statna, una conocida voluntaria civil que ayuda a equipar al Ejército con drones y proporciona productos básicos a los civiles que quedan.
Ofensiva rusa
«Los asaltos no cesan nunca ya que Rusia lanza a más y más de su gente hacia adelante», destaca Statna, que señala que el enemigo usa artillería, aviación y drones para atacar tanto a soldados como a civiles ucranianos.
En un esfuerzo por frenar el avance ruso, Statna y sus compañeros voluntarios han suministrado a unidades ucranianas más de 6.000 drones adquiridos a través de campañas de micromecenazgo.
Los pequeños drones suicida FPV, operados por pilotos sobre el terreno y que explotan al impactar con su objetivo, han sido especialmente efectivos a la hora de repeler los asaltos rusos.
Sin embargo, la demanda de estos dispositivos -de los que tan solo una de las unidades con las que trabaja Statna gasta más de 100 al día- excede con creces el aprovisionamiento.
«Es muy difícil luchar contra este enemigo, porque, por desgracia, Rusia tiene ventaja en términos de efectivos, de equipamiento y de armas e incluso de estos drones», señala Statna.
Los ataques rusos siguen destruyendo los pueblos y las ciudades de la zona, donde los vecinos apenas tienen modo de escapar de los cientos de bombas aéreas guiadas que Rusia lanza cada semana.
«Lugares que estaban llenos de vida hace unos meses, incluso a pesar de la guerra, se están viendo ahora destruidos», lamenta Statna, a la par que pide redoblar los esfuerzos para reforzar las defensas ucranianas en la zona.
Avances de las fuerzas rusas
Aunque las condiciones en el área siguen siendo complicadas, los expertos militares ucranianos restan importancia al impacto de los avances rusos en la zona de Pokrovsk para la situación en el frente.
La toma de Ocheretine por parte de Rusia se produjo después de que el mando militar ucraniano cometiera caros errores cuando se disponía a rotar allí sus fuerzas, en medio de grandes retrasos en el suministro de equipamiento militar crucial por parte de los aliados de Kiev, dijo a EFE Oleksandr Kovalenko, del grupo no gubernamental ‘Resistencia Informativa’.
No obstante, el progreso total ruso desde que Moscú lanzara su gran ofensiva hace nueve meses es limitado, pues se restringe a 50-60 metros por día con un gran coste para la parte atacante, señala el experto.
El coronel ucraniano retirado Serguí Grabski también cree que el avance ruso hacia Pokrovsk, aunque preocupante, no equivale al «colapso del frente».
«Nuestra tarea ahora es detener el avance del enemigo todo lo posible, cosa que estamos haciendo de forma bastante activa», dijo a la radio ucraniana ‘NV’ y agregó que esto le da tiempo a Ucrania para reforzar las defensas en el camino a Pokrovsk.
Kovalenko espera que la capacidad de Rusia para mantener la ofensiva se reduzca a finales de 2024 debido a las dificultades para producir o reacondicionar suficiente armamento pesado, como tanques, para compensar sus altas pérdidas en Ucrania.
Mucho podría depender también del éxito de la actual movilización ucraniana para eliminar la escasez de efectivos, mientras que la opinión pública también ha estado prestando más atención a la necesidad de mejorar la calidad del mando militar. EFE (I)