Sao Paulo se quita la corbata y se adueña del Carnaval de Brasil

SAO PAULO (BRASIL), 26/02/2017.- Integrantes de la escuela de samba del Grupo Especial Vai-Vai hoy, domingo 26 de febrero de 2017, en la celebración del carnaval en el sambódromo de Anhembí en Sao Paulo (Brasil). EFE/Fernando Bizerra Jr

Conocida por su frenético ritmo de trabajo, Sao Paulo ha decidido quitarse la corbata y está dispuesta a consolidarse como el principal carnaval callejero de Brasil, amenazando con desterrar a la capital de la samba por antonomasia: Río de Janeiro.

A pocos días del inicio oficial del carnaval, las calles de Sao Paulo se preparan para hervir al ritmo de las comparsas, que en Brasil son conocidas como «blocos» y cada año atraen a un número mayor de devotos.

Los cerca de 700 blocos que recorrerán la mayor ciudad del país atraerán a 15 millones de personas, un número récord que convertirá a Sao Paulo en organizadora del mayor carnaval callejero de Brasil, por delante de Río de Janeiro, que sigue siendo el más famoso del país.

Dicha gesta parecía impensable una década atrás, cuando la samba y los diferentes ritmos carnavalescos retumbaban lejos de la «capital» financiera y locomotora del país, que siempre estuvo más acostumbrada a los congresos de trabajo que a la juerga.

Pero la «terra da garoa» (tierra de la llovizna) ha ido poco a poco quitándose el complejo de «ciudad gris» y en el último lustro sus calles se han llenado de música y color, convirtiéndose en una alternativa a Rio, conocida como la «Ciudad Maravillosa» por sus bellezas naturales, aunque cada vez más ensombrecida por sus elevados índices de criminalidad.

Según explicó a Efe Eduardo Martins, director de Brasil para Viajala, el tercer mayor buscador de viajes después de Skycanner y Kayak, la irrupción de Sao Paulo como uno de los destinos más buscados durante el carnaval se debe a una conjunción de factores.

La capital paulista tiene el mayor número de vuelos del país por ser un importante punto de conexión a nivel internacional, concentra la mayor parte del turismo de negocios del país y cuenta con más de 12 millones de habitantes, una cifra que por sí sola explica el elevado número de personas en las calles de Sao Paulo durante el mayor carnaval del mundo.

Integrantes de la escuela de samba del Grupo Especial X-9 Paulistana desfilan hoy, sábado 18 de febrero de 2012, durante el carnaval en el sambódromo de Anhembí, de Sao Paulo (Brasil). EFE

«EN SAO PAULO SENTIMOS MÁS LIBERTAD»

Algunos cariocas, incluso, han decidido cambiar este año las imponentes playas de Río de Janeiro por el asfalto y los rascacielos paulistas para disfrutar de unos «blocos» cada día más «expresivos».

«En Sao Paulo hay más libertad, siento menos prejuicios y hay menos personas importándose de quién eres o quién dejas de ser. Por eso pensé que tal vez sería una opción buena pasar el carnaval allí», comentó a Efe Fellipe Gilard, quien por primera vez disfrutará un carnaval en Sao Paulo junto con otros seis amigos cariocas.

La eterna rivalidad entre Sao Paulo y Río de Janeiro, con 12 y casi 7 millones de habitantes, respectivamente, cumple un nuevo capítulo con el carnaval como disculpa. Las metrópolis más pobladas del país echan ahora el pulso para hacerse con el reinado de la fiesta más popular de Brasil.

Un estudio divulgado recientemente por la agencia de viajes online Decolar situó a Sao Paulo como el destino más buscado por los turistas durante la icónica celebración, pero la Alcaldía de Río de Janeiro, que sigue siendo la principal pasarela de los desfiles de samba del país, no demoró en contestar los datos.

Publicó entonces nuevos informes -uno del buscador de viajes Kayak y otro de la aplicación para comparación de pasajes aéreos Voopter- que muestran a la capital fluminense como la ciudad preferida por los brasileños durante la fiesta, que oficialmente comienza el próximo viernes. EFE

Integrantes de la escuela de samba del Grupo Especial Mocidade Alegre hoy, domingo 3 de marzo de 2019, en la celebración del carnaval en el sambódromo de Anhembí en Sao Paulo (Brasil). EFE/Sebastião Moreira

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