Guayaquil, Ecuador
Irresponsable y demagógicamente, Rafael Correa y sus incondicionales ministros de defensa, especialmente Ricardo Patiño (declarado persona no grata a las FF.AA.) se ensañaron contra el Instituto de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas (ISSFA), causando graves perjuicios a todo el personal militar en servicio activo y pasivo; se empeñaron perversamente en desacreditar el Régimen Especial de Seguridad Social consagrado en la Constitución. Sobre todo, la mal llamada Ley de Fortalecimiento de la Seguridad Militar, ley perversa que se ha demandado su inconstitucionalidad.
El traspaso de las empresas de las Fuerzas Armadas a la administración de organismos burocráticos como en el caso de TAME que se constituyó en botín de los insaciables corsarios del régimen, acaba de quebrar con un déficit monstruoso, igual la flota petrolera FLOPEC, ANDEC, todas ellas quebradas por los colosales atracos de la administración de los pseudo revolucionarios del Socialismo del Siglo XXI.
Las declaraciones hepáticas de Correa fueron recurrentes como: «Si tengo que gobernar con tenientes lo haré, aunque lamentablemente algunos tenientes también están en esto», añadió y dijo que «estos soldados antipatriotas tendrán que salir de las Fuerzas Armadas», declaraciones hechas cuando se le cuestionó sobre el descabezamiento ilegal e irresponsable de los mandos militares.
Haber permitido que un grupo de la guerrilla de las FARC comandado por el segundo en el mando de esa fuerza insurgente colombiana, se asiente y haga base en el territorio ecuatoriano de Angostura, destruido por las Fuerzas Armadas colombianas; luego de ese episodio, Correa ordenó el desmantelamiento de la inteligencia de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional.
La creación de la Secretaría Nacional de Inteligencia (SENAIN), que sirvió para vigilar y perseguir a quienes consideraba sus adversarios; ciudadanos civiles y militares fueron sus víctimas; igual, la creación del Servicio de Protección Público (SPP), una policía civil armada a órdenes del Ministerio de Gobierno, organismo siniestro similar a la Stasi de la Alemania comunista.
Correa señaló que en el país bastaba 2 o 3 meses de entrenamiento para el servicio militar y ordenó reducir el contingente anual de ciudadanos aptos para la conscripción, esa disposición irresponsable hace que disminuya las reservas, personal que son necesarios para afrontar situaciones de emergencia, grave perjuicio a la defensa nacional.
La destrucción y desaparición del “Monumento a los Caídos en Combate” durante la Guerra del Cenepa, homenaje del pueblo ecuatoriano a los héroes que ofrendaron sus vidas por la patria, un símbolo de las glorias nacionales. En su lugar se construyó el edificio de la sede de UNASUR que le costó al país más de 50 millones de dólares, en la entrada del edificio se erigió la estatua de Néstor Kirchner, Presidente de Argentina, cuestionado por probados actos de corrupción.
Además, el asesinato no aclarado del General Jorge Gabela, el retiro de los edecanes que acompañaban a las principales autoridades, la orden de prohibir el entrenamiento en la Escuela de las Américas, pero apoyó entusiasta la creación de la Escuela Militar de la ALBA en Bolivia; “antiimperialista y socialista”, según su mentor Evo Morales; ordenó eliminar las Agregadurías Militares, pero luego se retractó; junto a la ayuda de China para los damnificados del terremoto de Manabí, se descubrió que llegaron 10 mil fusiles AK-47, jamás solicitados por las Fuerzas Armadas; eliminó el manejo y administración militar de los colegios militares y liceos navales; la persecución a militares activos y pasivos que cuestionaron su autoritarismo y abusos fue permanente, los casos emblemáticos fueron del mayor Fidel Araujo y del capitán de la Marina Edwin Ortega. Todo eso tuvo como resultado, un grave debilitamiento de la capacidad operativa de las Fuerzas Armadas.
Con honrosas excepciones, la lenidad del Alto Mando permitió que Correa cometa los atropellos contra las Fuerzas Armadas señalados.
Razón suficiente para que Rafael Correa Delgado sea procesado por alta traición a la Patria.