Correa sospecha de «mano sucia» de Chevron en campaña electoral

El presidente Rafael Correa dijo que sospecha de que la petrolera estadounidense Chevron, acusada de graves daños ambientales en la Amazonía, podría estar detrás de alguna campaña electoral de opositores en Ecuador.

Ayer durante un diálogo con periodistas en Lago Agrio, Correa dijo que no sería extraño «que la mano sucia de Chevron esté en todos lados, incluso en campañas políticas multimillonarias» en esa misma jurisdicción.

Incluso habló de «algunas muy sospechosas coincidencias de cercanía de Pachakutik, Sociedad Patriótica, con Chevron».

«Con eso podrán explicarse muchas cosas, si no, vean todos los carteles en Lago Agrio. ¿De dónde tanta plata para ciertas campañas políticas?», se preguntó el mandatario.

Además, planteó sobre las posibles relaciones de un exjuez, Alberto Guerra, quien ha declarado a favor de la petrolera en un proceso judicial ambiental, con políticos opositores de la Amazonía.

Dicho exjuez, que según Correa ha admitido públicamente ser un corrupto, actualmente vive en Estados Unidos protegido por la petrolera, aseveró el mandatario.

Chevron fue condenada en 2011 por una corte de Lago Agrio a pagar más de 19.000 millones de dólares de indemnización por los graves daños que dejó en la Amazonía durante el tiempo en que operó en Ecuador, entre 1964 y 1990.

La condena fue confirmada en noviembre pasado por la Corte Nacional de Justicia que, sin embargo, rebajó a la mitad la indemnización impuesta a Chevron.

La compañía, por su parte, acusó de haber cometido fraude en el juicio a los grupos indígenas que le demandaron y a sus abogados, por lo que también se juzga a todos ellos en una corte en Nueva York.

Correa también se refirió a un reciente fallo de un tribunal de apelaciones estadounidense que permite al Estado ecuatoriano disponer de información de peritos de Chevron.

Una corte de apelaciones de Nueva York autorizó a los abogados del Estado ecuatoriano, en un juicio que la trasnacional presentó ante un tribunal de arbitraje en La Haya, a acceder a información en poder de los peritos Michael Kelsh y Douglas Mackay.

Ellos trabajaron para la petrolera en el juicio que le pusieron 30.000 pobladores de la Amazonía a Texaco, luego adquirida por Chevron, por los daños ambientales causados durante el tiempo que explotó crudo en la zona.

«Pese a su poder, a su prepotencia, a sus millones (…), ha tenido reveses en el proceso», dijo el mandatario al asegurar que Chevron «nunca ha tenido la razón», incluso en la demanda que presentó contra el Estado ecuatoriano en La Haya.

Correa aseguró que su país ha ganado «el juicio moral» a la petrolera, pero admitió que «lo más difícil es ganar los juicios en los tribunales» internacionales, donde, según él, «todo está a favor» de los poderosos.

También destacó el hecho de que varias celebridades del cine, de la música e intelectuales del mundo se hayan sumado a la campaña emprendida por su Gobierno conocida como «La mano sucia de Chevron», con la que pretende demostrar el grave daño ambiental dejado por esa compañía en la Amazonía ecuatoriana.

Justamente, a finales del pasado enero, la actriz estadounidense Mia Farrow visitó las zonas contaminadas y exigió a las empresas petroleras «respeto» y responsabilidad» a la hora de remediar daños medioambientales.

La campaña internacional del Gobierno ecuatoriano comenzó en septiembre pasado, cuando el propio Correa visitó una zona contaminada y manchó su mano con desechos de petróleo que se imputan a la trasnacional haber dejado en el lugar.

Chevron, por su parte, ha acusado al Gobierno de Ecuador de organizar «shows mediáticos» con estas visitas «para desviar la atención de sus propias obligaciones» en la Amazonía y del supuesto «fraude perpetrado» en su contra en las cortes ecuatorianas. EFE

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