Lula no se entrega en el plazo que le dio la Justicia y se atrinchera en sindicato

El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva saluda a los militantes del Partido de los Trabajadores (PT) desde la ventana del sindicato de los metalúrgicos hoy, viernes 6 de abril de 2018, en Sao Bernardo do Campo, Sao Paulo (Brasil). Lula da Silva no se entregó a la Justicia en el plazo dado por el juez federal Sergio Moro y permanece atrincherado en la sede de un sindicato en Sao Paulo. EFE/Sebastião Moreira

Sao Paulo, 6 abr (EFE).- El expresidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva no se entregó a la Justicia en el plazo dado por el juez federal Sergio Moro y permanece atrincherado en la sede de un sindicato en Sao Paulo.

«Mañana estaremos aquí para asistir a la misa en memoria de Marisa Leticia y creo que es importante que sigamos aquí, solidarios con Lula, porque creo que él va a dormir aquí. Esa es la información que obtuve», dijo a periodistas el exsenador Eduardo Suplicy, del Partido de los Trabajadores (PT).

Fuentes próximas a la defensa del expresidente consultadas por Efe apuntaron también que «no hay una definición final pero es muy posible que la entrega no sea hoy» y que las negociaciones que los abogados del expresidente mantienen con la Justicia durante las últimas horas se retomen mañana.

Lula, condenado a doce años de cárcel por corrupción, tenía plazo hasta las 20.00 GMT de hoy para entregarse y comenzar a cumplir la pena de 12 años que le impusieron por corrupción, pero dos horas y media después continuaba en la sede del Sindicato de Metalúrgicos de Sao Bernardo do Campo, su cuna política y vecina a Sao Paulo.

El exmandatario llegó al sindicato el jueves por la tarde, tras ser informado sobre el auto de detención, y desde entonces no ha salido del edificio, que permanece rodeado por miles de militantes del PT y activistas de movimientos sociales.

El PT ha anunciado que el sábado, frente a ese mismo sindicato, será celebrada una misa en memoria de la esposa de Lula, fallecida en febrero de 2017 y quien mañana habría cumplido 67 años.

Aunque no ha sido confirmado oficialmente, otras fuentes del PT también han dicho que Lula pretende estar presente en esa misa y que además se niega a ser trasladado a Curitiba, ciudad del sur del país en la que el juez Sergio Moro, a cargo de la causa, ha dispuesto que comience a cumplir la pena.

Según esas mismas fuentes, el expresidente habría exigido que su lugar de detención sea en Sao Paulo o en la misma Sao Bernardo do Campo, donde tiene además su residencia particular.

La Policía Federal, sin embargo, ha dicho que mantiene abierto un canal de «diálogo» con el expresidente y con sus abogados, a fin de que la entrega se realice sin conflictos.

El desacato genera una gran tensión debido a que habilita a las autoridades a realizar una operación para intentar capturarlo, aunque voceros de la Policía Federal dijeron que proseguirán las negociaciones con la defensa del expresidente antes de intentar alguna operación de captura.

Según la legislación brasileña, una orden de captura sólo puede ser cumplida entre las 06.00 y las 18.00 hora local (21.00 GMT), con lo cual si Lula no se entrega, serán las autoridades las que pasarán a tener un plazo de una hora para arrestarle.

En caso de que no lo hagan en ese periodo, tendrán que esperar hasta la próxima semana para cumplir la orden.

De acuerdo con fuentes judiciales, tras la negativa a entregarse, el histórico dirigente perdió el derecho a los beneficios que le había concedido el juez, como una celda especial en la estará aislado de los demás presos. EFE

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