
Recuperar la vergüenza
Quito, Ecuador
El Ecuador amaneció otro el pasado jueves 16. Hasta la víspera de ese amanecer con olor a miseria, todavía cabía, por ingenua que fuera la hipótesis, que el máximo tribunal de justicia se resistiera a archivar la ley y sustituirla por las veleidades del poder. Era posible, hasta entonces, que aun por guardar las formas, por maquillar la parodia de juicio, por darle al tiempo la apariencia de que se lo han tomado, se evitara la precipitación y nos hicieran creer, días o semanas más tarde, que al menos se lo pensaron antes de cargarse con la democracia, con lo que quedaba de ella.