Samborondón.- Espacio cultural NoMíNIMO exhibe la muestra “Un habitante pasajero” de Andrea Vivi Ramírez, (que constituye su proyecto de tesis en el ITAE, Instituto Tecnológico de Artes del Ecuador), desde el 5 de marzo, en Plaza Lagos Town Center, Km 6,5 vía Samborondón.
José Hidalgo – Anastasio, amigo de la artista y acompañante en el proceso curatorial manifiesta que: «Un habitante pasajero es la primera exposición individual de Andrea Vivi Ramírez Cabrera, donde nos presenta sus más recientes búsquedas pictóricas, objetuales e instalativas en torno a reflexiones sobre lo íntimo; la cotidianidad; la construcción de paradigmas de género desde el arte; y también de una lúcida observación: Tras el ejercicio de hacerse de un lugar o de habitar un espacio existe un simultáneo sentido de tránsito».
«Ramírez ha decidido usar eso que ocurre en lo más íntimo del lugar que habita y que es tan rutinario como excepcionalmente particular en todo hogar: El `hacer´ la casa. Hace suyos los fenómenos e imágenes que devienen al hacer la casa, su casa, y los escruta con rigor; reinterpreta su condición material, fugaz, invisible, accesoria, marginal; les rinde homenajes; encuentra belleza en ellos; les hace preguntas; los descompone en sus partes; incluso los agrede».
«Un habitante pasajero hace del cubo blanco un espacio propio para acompañar los diferentes desplazamientos que la artista realiza día a día, en su casa, desde dentro. Esta exposición nos acerca a entendernos como paseantesdel lugar que se habita, nos invita a identificar los extraños artificios que se nos enseña para hacer habitables los dormitorios, los baños, la sala, la cocina, el comedor, la lavandería…»
«Y necesito pintar, y necesito proponer experiencias desde lo sensible; porque eso es lo que hago… Porque tengo vocación para contemplar, habitar, abandonar, transitar a las personas y el mundo, y también para que las personas y el mundo me contemplen, me habiten, me abandonen y me transiten… Tengo aptitudes para ponerme en el proyecto de experimentar que todo pasa».
«Con Ramírez fregar el piso es un acto pictórico de luz, evaporación y proceso mutable de fondo-figura; lavar la ropa se convierte en una metamorfosis de volúmenes que se sumergen y emergen del plano; los adornos y el espacio se convierten en objetos de estudio sobre lo que su casa y generaciones de sus habitantes pasajeros le han legado como deberes, gustos y aspiraciones».
«Las obras de Un habitante pasajero en su conjunto nos plantean que aunque exista la necesidad de habitar un lugar, también se hace preciso salir de allí, e ir de visita, tocar otras puertas; entrar a otras casas, a otros cuerpos, a otras mentes, y luego salir de ellos, puede que hasta para regresar, quizá nos llevemos algo, tal vez dejemos algo, quizá a propósito, tal vez olvidado; pero eso no es lo importante, todo se trata de poner en valor nuestra capacidad de tránsito, y aprender que en la vida de los otros todos somos un habitante pasajero».
Texto generado a partir de conversaciones con la artista
mrjc/Fotos LaRepublica.ec