Irán advierte a árabes: No compensen crudo iraní si hay embargo

EL CAIRO (AP) — Irán advirtió a sus vecinos árabes de la OPEP que se abstengan de aumentar la producción de crudo para compensar un posible embargo a las exportaciones petroleras del país, en una nueva escaramuza entre Occidente y Teherán sobre el programa nuclear iraní.

El representante de Irán ante la OPEP, Mohamad Alí Jatibi, dijo que las naciones árabes se convertirán en «cómplices de las consecuencias» si elevan su extracción para resarcir las pérdidas por el posible embargo a las exportaciones iraníes.

«Esos actos no serán considerados amistosos», dijo Jatibi —citado el domingo por el diario reformista Shargh— y añadió que si los productores árabes «recurren a la prudencia y anuncian que no participarán en la sustitución de petróleo, entonces los países aventureros no mostrarán interés».

Las declaraciones de Jatibi fueron divulgadas el mismo día que el ministro del petróleo de Arabia Saudí negó —según informes de prensa— que las anteriores declaraciones de su país en que ofrecía aumentar la producción para satisfacer la demanda global estuvieran relacionadas con un potencial retiro de crudo iraní del mercado con las eventuales sanciones.

Los mercados petroleros en el mundo fueron sacudidos ante el temor de que Irán cierre el vital Estrecho de Ormuz en represalia por las sanciones que le dificultan vender su petróleo a terceros.

Arabia Saudí y otros países productores clave junto al Golfo Pérsico dijeron recientemente que estaban en condiciones de suministrar un abasto estable y seguro de crudo.

La agencia noticiosa oficial de Irán, IRNA, dijo el domingo que Estados Unidos había enviado a Irán un mensaje sobre la seguridad en el Estrecho de Ormuz. No dio detalles y no hubo de inmediato un pronunciamiento público de Washington.

Estados Unidos impuso recientemente sanciones contra el banco central de Irán que repercuten en la capacidad de las refinadoras para comprar crudo. La Unión Europea también sopesa un embargo al petróleo iraní, mientras Japón, uno de los principales clientes asiáticos de Teherán, decidió adquirirle menos crudo.

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