Noruega: Breivik puede ir a cárcel aunque sea condenado a centro psiquiátrico

El ultraderechista Anders Behring Breivik, autor confeso de los atentados del pasado julio en Noruega, en los que murieron 77 personas, puede acabar en la cárcel aunque sea condenado a permanecer recluido en un centro psiquiátrico, según una iniciativa legal presentada este viernes por el Gobierno noruego.

La reforma de la ley sobre atención psiquiátrica prevé la creación de una unidad especial de máxima seguridad para pacientes peligrosos, cuya localización aún no se ha decidido, pero que podría ser construida dentro de una prisión, admitió hoy la ministra de Sanidad noruega, Anne-Grete Strøm-Erichsen.

La nueva unidad se usará en casos con riesgo especial de huida, toma de rehenes o comportamiento violento grave; para decidir los traslados habrá que contar con la opinión de la policía sobre la seguridad y la permanencia en ella debe renovarse cada seis meses.

Strøm-Erichsen admitió que la necesidad de una reforma se ha visto actualizada por el caso de Breivik, pero resaltó que había sido planteada antes y que más pacientes podrían acabar en esa unidad de máxima seguridad, donde habrá un control severo del correo, la comunicación electrónica y telefónica, además de las visitas.

La actual ley establece que si una persona es condenada a recibir atención psiquiátrica, debe ser trasladada inmediatamente después de la sentencia, de ahí que se hayan acortado los plazos de consulta de la nueva propuesta legislativa.

La urgencia para elaborar la moción, las disposiciones de control de las comunicaciones y el hecho de que parezca hecha a medida -los medios la han bautizado «Lex Breivik»- han provocado duras críticas del Colegio de Abogados, grupos de psicólogos y partidos políticos.

«Pienso que es populista hacer una ley general a partir de un caso concreto y hacerlo de urgencia para demostrar al público que aquí se actúa con rapidez. Así no deberían ser los procesos legislativos», dijo hace unos días la presidenta del Colegio de Abogados noruego, Berit Reiss-Andersen.

Strøm-Erichsen rechazó hoy las acusaciones y resaltó que el Gobierno de centroizquierda no quiere inmiscuirse en las decisiones de los tribunales, sino «mejorar la seguridad de las instituciones psiquiátricas y la de la sociedad en general».

«Si acepto la autocrítica en algo es en no haberlo hecho antes», dijo hoy la ministra en rueda de prensa.

La cuestión central del juicio contra Breivik, cuya sentencia se espera en torno al 20 de julio, es determinar si se encontraba en estado psicótico cuando cometió los atentados y puede ser declarado penalmente responsable de sus actos, en cuyo caso iría a la cárcel; en el contrario, a un centro psiquiátrico. EFE

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