La Reina del Pacífico afirma que es inocente

MIAMI (AP) — La mexicana Sandra Avila Beltrán, conocida como ‘La Reina del Pacífico’, se declaró este viernes inocente de dos acusaciones de narcotráfico en un tribunal federal de Miami.

En una breve audiencia judicial frente a la jueza Alicia Otazo Reyes, el abogado Stephen Ralls dijo que Avila Beltrán se declaraba inocente de los cargos de asociación ilícita para importar cocaína y asociación ilícita para distribuir al menos 100 kilogramos de cocaína en Estados Unidos.

«Presentamos la declaración de inocencia de ambas acusaciones», manifestó Ralls, parado junto a su clienta frente a la magistrada federal.

De inmediato la jueza le respondió: «Acepto la declaración de inocencia».

La próxima semana, la jueza deberá determinar si acepta o no el pedido de la defensa de Avila Beltrán de postergar el inicio del juicio, fijado para el 24 de septiembre. Ralls ha solicitado más tiempo para preparar sus argumentos y ha manifestado que no ha tenido acceso a las pruebas presentadas por la fiscalía.

En caso de ser declarada culpable, Avila Beltrán, de 51 años, enfrentaría una condena mínima de 10 años de prisión y una máxima de cadena perpetua. Otros cinco acusados en el mismo caso han sido condenados y la sentencia más severa a sido a 19 años de cárcel. Un séptimo acusado permanece prófugo.

La presunta narcotraficante mexicana fue extraditada desde su país a comienzos de agosto y desde entonces permanece detenida en una prisión federal del centro de esta ciudad, ubicada a pocos metros del tribunal donde se realizó la audiencia.

El 14 de agosto el juez federal Patrick White le negó la posibilidad de esperar el juicio en libertad condicional bajo fianza al considerar que existía riesgo de que la mexicana se fuera del país.

La mexicana lució tranquila durante la audiencia del viernes. Antes de que comenzara el proceso, habló con su abogado en la sala judicial y le dijo que se sentía «muy bien» y estaba tomando sus medicinas.

Vestida con un traje de presidiario de camisola con mangas cortas y pantalón beige, llevaba auriculares en sus oídos para escuchar la traducción al español de la audiencia, que transcurrió en inglés. Su larga cabellera negra y su flequillo entrecano contorneaban su rostro, por momentos sonriente. Estaba esposada y llevaba grilletes en sus tobillos.

Lo primero que le manifestó Ralls a la jueza fue que no procedía la acusación de asociación ilícita para importar cocaína ya que México había autorizado la extradición de su clienta para que fuera juzgada sólo por la segunda acusación, la de asociación para distribuir cocaína.

La defensa alega que Avila Beltrán no puede ser juzgada en Estados Unidos por los mismos cargos que ya han sido resueltos en México. La extradición fue concedida por acusaciones diferentes, relacionadas con varias confiscaciones de cocaína en Chicago.

En una improvisada rueda de prensa en español al finalizar la audiencia, el abogado explicó que «no hay jurisdicción» en Estados Unidos para que su clienta sea acusada de asociación ilícita para importar cocaína. «El tratado (de extradición) es muy claro», manifestó Ralls.

Avila Beltrán, sobrina del narcotraficante mexicano Miguel Angel Félix Gallardo, fue arrestada en México en 2007 cuando tomaba un café en un restaurante. Siempre ha asegurado que es inocente y que se ganaba la vida vendiendo ropa.

Gallardo, conocido como ‘El Padrino’ del narcotráfico mexicano, purga una condena a 40 años de cárcel por el asesinato del agente antidrogas estadounidense Enrique Camarena en 1985 y otros delitos.

Estados Unidos presentó las acusaciones contra la mexicana en 2004.

De acuerdo con Ralls no existen pruebas para acusar a su clienta.

«Tenemos una simple grabación que no dice nada, un informante que dio significancia (interpretó) a la grabación y 100 kilogramos de cocaína que nunca se vieron», sostuvo el abogado defensor.

Ralls se refería a una llamada telefónica del 14 de septiembre del 2001 interceptada por agentes estadounidenses en la que habrían escuchado a Avila Beltrán cobrar un adeudo por 100 kilogramos de cocaína en Chicago. El abogado dijo que no ha podido escuchar la grabación y que sólo ha leído la transcripción del supuesto diálogo.

Al extraditarla desde México, la Procuraduría General de ese país dijo que la solicitud de extradición indicaba que Avila Beltrán integraba una organización que traficaba cocaína de Colombia a Estados Unidos.

Avila Beltrán mantuvo un romance con el colombiano Juan Diego Espinoza, y de acuerdo con algunos expertos, esa relación estableció los lazos entre el cártel de Sinaloa y el cártel colombiano Norte del Valle.

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