El 10% de los niños sirios refugiados en Jordania se ven obligados a trabajar

Ginebra, 10 oct (EFE).- Unos 30.000 niños sirios refugiados en Jordania, el 10% del total, se ven obligados a trabajar, en la mayoría de los casos en condiciones duras, con jornadas que superan las diez horas y desempeñando labores peligrosas para su edad; según señaló hoy el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF).

«Los niños sirios están mucho más expuestos a la explotación laboral que los jordanos, ya que entre éstos, el porcentaje de menores que trabajan se reduce al 1%», indicó hoy en Ginebra el representante adjunto de UNICEF en Jordania, Michele Servadei.

El peligro está sobre todo entre los refugiados sirios que viven entre las comunidades locales de acogida, donde se encuentra el 75 % de los 540.000 exiliados sirios que hay en Jordania, el 54% de los cuales son menores.

El otro 25% vive en el campo de refugiados de Za’atari.

Concretamente, en el valle de Jordania -los territorios oeste del país en torno al mar Muerto-, se encuentra el mayor volumen de niños sirios en situación de trabajo, «unos 3.500 menores empleados en granjas o en campos de cultivo, con jornadas largas y desempeñando tareas peligrosas como el manejo de pesticidas».

En las áreas urbanas, estos menores suelen trabajar en el sector de la hostelería -«los sirios son conocidos en la región por su hospitalidad y su cocina»-, o como mecánicos, según UNICEF.

El trabajo infantil tiene como contrapartida que los niños no acuden a la escuela, por lo que UNICEF ha puesto en marcha un programa para impulsar la escolarización por el que las familias reciben 45 dólares al mes si su hijo acude regularmente a la escuela.

«Me atrevería a decir que el 99,99% de los niños quieren ir a la escuela. A los que tenemos que convencer de la necesidad de que reciban una educación es a los padres, que muchas veces no ven la urgencia», subrayó Servadei.

No obstante, admitió que desde UNICEF están estudiando incrementar esta cantidad porque, «desgraciadamente», las familias pueden conseguir mucho más dinero si los niños trabajan.

Pese a los esfuerzos de esta organización por impulsar la escolarización, lo cierto es que todavía unos 25.000 niños sirios permanecen en listas de espera para acceder al sistema educativo de Jordania y unas 50 escuelas en las comunidades de acogida requieren duplicar su capacidad.

Hasta el momento, más de 67.000 niños sirios han podido acceder a la enseñanza pública de las áreas urbanas del país; además de los 17.500 niños que reciben clases en el campo de Za’atari, donde viven ya unos 115.000 sirios.

El responsable de UNICEF también apuntó, como uno de sus «motivos de preocupación», los matrimonios con menores, una práctica cultural habitual en Siria que se repite ahora en Jordania, donde el 18% de los matrimonios registrados en 2012 que implicaban al menos a un menor fuerom entre sirios.

No obstante, Servadei precisó que esta cifra pueden ser muy superior si se tiene en cuenta la cantidad de estas uniones que no se registran.

«Al estar sin registrar no tienen derechos como pareja ni en Jordania, ni en Siria, pero lo más grave es que el niño que pueda nacer de ese matrimonio no será reconocido por ningún país», alertó. EFE

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