Correa alude informe del Washington Post

Bombardeo en Angostura

QUITO (AP) — Las revelaciones de la presunta participación de Estados Unidos en los bombardeos colombianos sobre territorio fronterizo ecuatoriano en 2008, son parte de los esfuerzos de la extrema derecha de Colombia y de Estados Unidos para boicotear el proceso de paz colombiano y las relaciones entre las tres naciones, dijo el jueves el presidente Rafael Correa.

«Creemos que aquí hay un afán de dañar las relaciones (de Ecuador) con Estados Unidos, con Colombia y sobre todo boicotear el proceso de paz en Colombia, que para mí, ya lo hemos dicho, es la noticia más importante de la última década en América Latina», dijo Correa en una rueda de prensa en alusión al diálogo de paz entre el gobierno de Colombia y los rebeldes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

El diario estadounidense The Washington Post, publicó el domingo que Estados Unidos dio a Colombia equipo de posicionamiento global para ubicar blancos guerrilleros y guiar bombas con geolocalización el 1 de marzo del 2008 para destruir un campamento de la guerrilla que se había instalado ilegalmente en la selva ecuatoriana, cerca de la frontera con Colombia.

En ese ataque murió Raúl Reyes, uno de los máximos dirigentes de los rebeldes, y más de 20 personas, entre ellos estudiantes mexicanos que estaban de visita en la zona.

«Es un intento de la derecha, la extrema derecha colombiana y extrema derecha estadounidense internacional para boicotear el proceso de paz en Colombia, lo que queda claro es que la extrema derecha colombiana no quiere la paz, quiere la guerra y nosotros debemos defender por todos los medios la paz», expresó Correa.

El presidente identificó a la extrema derecha colombiana como «normalmente vinculada con los paramilitares y los narcotraficantes de Medellín», mientras que de las Farc dijo que es «la última guerrilla» del continente que «ha costado tanta sangre, tanta violencia, a Colombia y a Ecuador, en mucho menor medida, pero también nos ha costado sangre».

Las Farc y el gobierno colombiano adelantan diálogos encaminados a llegar a acuerdos de paz, que pongan fin a más de 50 años de conflictos armados.

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