Oposición venezolana retoma la Plaza Altamira

Miles de manifestantes opositores coparon pacíficamente esta noche la Plaza Altamira de Caracas después que esta madrugada fuera militarizada para impedir más protestas.

Este lunes, la plaza Altamira y Chacao amanecieron con el despliegue de un millar de militares que portaban armas largas mientras brigadas de limpieza recogían escombros, basura quemada que manifestantes utilizaban para bloquear las calles.

Al caer la tarde, una multitud tenía prácticamente tomada de forma pacífica la plaza Altamira, que desde el pasado 12 de febrero, cuando estallaron las protestas en Caracas, había sido escenario de batallas callejeras de manifestantes radicales que lanzaban piedras y bombas incendiarias a las fuerzas del orden, que respondía con gases lacrimógenos y perdigones.

No se registraban enfrentamientos ni lanzamientos de gases lacrimógenos como en días anteriores.

Desde febrero Venezuela se ha visto sacudida por las protestas y enfrentamientos entre manifestantes opositores al gobierno, civiles armados y fuerzas del orden que han dejado al menos 26 muertos, uno de ellos el domingo en la ciudad de Maracay.

El capitán de la Guardia Nacional José Guillén Araque falleció el lunes por la madrugada tras ser herido de bala en la cabeza en una barriada de clase media de Maracay, capital de estado Aragua, indicó el gobernador de la entidad, Tareck El Aissami.

La Fiscalía General dijo en un comunicado que Araque, de 34 años, fue herido de bala «cuando dispersaba una manifestación» en la urbanización Calicanto, al norte de Maracay, pero no ofreció más detalles.

El sector de Calicanto amaneció el lunes en calma tras el asesinato del militar. Algunas de las vías de la barriada de clase media permanecían bloqueadas con barricas de basura y desechos que colocaron manifestantes que protestas desde hace varios días contra el gobierno de Maduro.

El Aissami dijo a la televisora estatal que un hombre de origen chino fue detenido con un «arsenal de guerra» por su presunta responsabilidad en el asesinato del oficial.

El detenido fue identificado como Cheng Nga Kwan, informó la gobernación de Aragua en su cuenta de Twitter.

El gobernador señaló que al detenido le incautaron «un arsenal de armas, material que es utilizado para entrenamiento paramilitar y municiones de guerra. Es un mercenario que forma parte de una red internacional», según reseñó la estatal Agencia Venezolana de Noticias (AVN).

El Aissami mostró ante las cámaras de la televisora estatal varias armas, chalecos antibala y decenas de municiones que habrían sido incautadas en el proceso de detención del supuesto responsable.

En la Plaza Altamira, ya desalojada por la Guardia Nacional, camiones limpiaban una fuente, transeúntes iban apurados de un lado a otro y grupos de personas discutían a viva voz.

«Aquí (los opositores) estaban destruyendo al país», comentó María Vives, de 65 años, quien trabaja por las inmediaciones. Para ella «la Guardia Nacional hace su trabajo sacando a los ‘guarimberos’. Este es un gobierno del pueblo».

Pero unos metros más allá María José Colmenares, una docente de 50 años, gritaba «los estudiantes no tienen cómo expresarse y por eso se radicalizaron… Este es un gobierno de corruptos».

Universitarios y opositores, esencialmente de clase media, han protagonizado protestas callejeras contra la galopante inflación que alcanzó en febrero una tasa anualizada de 57,3%, el desabastecimiento de bienes básicos y la creciente criminalidad.

Por la madrugada los uniformados reaccionaron a un ultimátum dado por Maduro a los estudiantes y opositores para que desalojaran las barricadas.

«Estamos desplegados desde las tres de la mañana por todo el municipio», dijo el ministro de Interior, Justicia y Paz, Miguel Rodríguez Torres a Venezolana de Televisión. «Estamos restableciendo el derecho a miles de ciudadanos de Chacao (donde se encuentra la Plaza Altamira) que estaban resguardados en sus viviendas por las acciones violentas».

Rodríguez dijo que se mantendrán los patrullajes para garantizar la libre circulación de los ciudadanos.

Paralelamente la aerolínea Air Canada anunció en su página de internet que suspendía sus vuelos hacia y desde Venezuela por no poder garantizar la seguridad de su operación.

Las líneas aéreas han estado reclamando una deuda 3.300 millones de dólares del gobierno. El viernes pasado el Maduro advirtió que cualquier compañía que suspendiera sus viajes a la nación sudamericana enfrentaría medidas severas.

Maduro rechazó las protestas, que califica como parte de un plan de la oposición para promover un golpe de Estado.

El bloque oficialista que lidera Maduro, que ganó fácilmente las elecciones municipales en diciembre, se ha mantenido cohesionado en medio de la crisis política y económica que enfrenta el país. En medio de la tensa situación Maduro ha contado con el apoyo de la Asamblea Nacional, que es controlada por el oficialismo, el Poder Judicial y las fuerzas armadas.

Durante una conferencia de prensa también el lunes los estudiantes descartaron la oferta del fin de semana de Maduro para dialogar.

«Señor Nicolás Maduro, señor Diosdado Cabello (presidente de la Asamblea Nacional) van a tener que sacar 60 millones de militares para que nosotros abandonemos las calles de Venezuela», manifestó Juan Requesens, presidente de la Federación de Centros Universitarios de la Universidad Central de Venezuela.

—–

La corresponsal Fabiola Sánchez contribuyó con este despacho desde la ciudad de Valencia.

EFE/MIGUEL GUTIERREZ
EFE/MIGUEL GUTIERREZ

 

Más relacionadas