El constitucionalista Rafael Oyarte explicó, en una entrevista en ‘24/7 con Jorge Ortiz’, las implicaciones jurídicas y políticas de la reelección indefinida, que por decisión de la Corte Constitucional se podrá tramitar en la Asamblea Nacional.
Oyarte explicó los distintos mecanismos para modificar la constitución de la República. “No es que hay una enmienda o una consulta popular”, insistió, “usted tiene dos grandes mecanismos de reforma constitucional, el uno la enmienda y el otro la reforma parcial”. La enmienda, señaló Oyarte, tiene dos caminos: vía parlamentaria o consulta popular. Mientras que la reforma parcial se tiene que hacer mediante el trámite complejo de aprobación parlamentaria, en primer lugar, y lo aprobado tiene que someterse a consideración de la ciudadanía a través de un referéndum. Las diferencias de fondo son que por vía de la enmienda no se pueden alterar los elementos constitutivos del Estado, la estructura fundamental de la constitución, no se puede disminuir derechos y no se puede alterar el mecanismo de reforma constitucional. Por otro lado, a través de la reforma parcial, únicamente no se puede disminuir derechos ni alterar los mecanismos de reforma constitucional. Todo lo que no está en esos supuestos únicamente puede reformarse a través de Asamblea Constituyente.
Para Oyarte hay un error de parte del gobierno y de la oposición: “la oposición falló al indicar que la reelección, que es la joya de la corona de esta reforma constitucional, no podía hacerse por la vía de la enmienda sino por la vía de la consulta popular, cuando la consulta popular es un mecanismo de enmienda”. Así mismo, el constitucionalista cree que el gobierno comete el mismo error cuando el Jefe de Estado rompe un periódico en el que aparecen los jueces de la última instancia constitucional con el titular “Ellos negaron la consulta popular” y dice, Rafael Correa, que la constitución puede ser reformada por consulta o enmienda. Insistió en aclarar que la consulta es una forma de la enmienda.
A Oyarte, el gesto de romper el periódico, le pareció “propio de un totalitarismo”.
Lo que dejo en claro es que la Corte Constitucional ya viabilizó el mecanismo de la enmienda (y no de reforma parcial o Asamblea Constituyente), por tanto, se puede optar por llevarla a cabo en el parlamento o en consulta popular. Personalmente cree que el gobierno, en virtud de su mayoría legislativa, optará por hacerlo en el parlamento.
Recordó que incluso así el camino no es rápido porque se esperará un año entre debates en el seno de la función legislativa.
Reflexionando un poco más acerca de las implicaciones políticas, Oyarte señaló la diferencia entre las elecciones presidenciales y una consulta: en el caso de la consulta si se puede dar la unidad de la oposición.
Piensa que en Iberoamérica los presidentes han tomado la costumbre de optar por reelecciones, luego de procesos de reforma constitucional o de resoluciones en el ámbito judicial. Incluso se pregunta: ¿Qué presidente de Iberoamérica ha perdido una reelección? Y se responde: Todos ganan. Recordó, sin embargo, el caso del ex presidente Álvaro Uribe a quién la Corte Constitucional de Colombia no le permitió optar por una tercera reelección. Esto, a su criterio, fue para evitar “la utilización del aparataje, todo el poder mediático y todo el poder público que se dirige a afianzar la candidatura presidencial de reelección”.
La situación alrededor de la reelección indefinida, para Oyarte, debe convocar a la oposición hacia la unidad: “Yo no entiendo, y lo voy a decir con nombres, como es posible que CREO y SUMA no puedan solventar sus diferencias e ir unidos”, comentó. A esto agregó que los políticos en el Ecuador son contradictorios ya que le ha escuchado al presidente Correa mencionar a Alemania o España como países en donde existe la reelección: “Yo entiendo que el presidente de la república estudió en Bélgica y conoce Bélgica, se ha de ver enterado de que es un sistema parlamentario en el cual la ciudadanía no vota por el primer ministro sino por parlamentarios, hay un primer ministro que no tiene un periodo fijo, que si el día de mañana cambian las fuerzas parlamentarias lo despachan”, comentó al tiempo que critico esa comparación.
“Lo que condena el derecho constitucional es la desigualdad de posibilidades, si hay silencio electoral tiene que ser para todos, no es posible que (el presidente) haga una sabatina el día sábado antes del 23 de febrero y no pase nada”, reflexionó Oyarte.
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