Correa dice que intentaron agredirlo en Riobamba. Varios detenidos

Riobamba (Chimborazo), 19 mar 2015.- El Presidente del Ecuador, Rafael Correa, en la plaza Maldonado. Foto: Santiago Armas / Presidencia de la República

El presidente Rafael Correa denunció hoy ser víctima de un intento de agresión por parte de manifestantes opositores en Riobamba, pero tildó como un «fracaso» la jornada de movilización nacional convocada por grupos sindicales e indígenas.

El diario El Universo reportaba, antes de la medianoche, seis detenidos. El Comercio informa de once detenidos. No hay información  oficial. El enfrentamiento se ha producido en el parque Maldonado, lugar donde se levantó una tarima para que el Presidente dé un discurso. La concentración partió presidida por Correa, quien iba acompañado del alcalde de Riobamba, Napoleón Cadena; el prefecto de Chimborazo Mariano Curicama, el Gobernador de Chimborazo, Ermuy Calle y varios ministros.

Al menos tres videos, colgados en Facebook, demuestran que la presencia del mandatario fue repudiada por una multitud que gritaba «Fuera, Correa». En los videos se escucha a Correa ordenando la prisión de al menos uno de los manifestantes.

El mandatario, en una entrevista en televisión, dijo que tras inaugurar un centro de salud en Riobamba, encabezó una «festiva» caravana de ciudadanos que fue interrumpida por opositores que intentaron agredirle y que hirieron a dos de sus simpatizantes.

Según el portal oficial El Ciudadano,  uno de los heridos es un dirigente de Colta, al que identifica como Manuel Mullo.

Reseñó que mientras encabezaba la «caravana» de ciudadanos en Riobamba, una turba de opositores «con botellas» y piedras, que habían participado en la marcha opositora, «intentaron agredir al presidente de la República».

Identificó a uno de los agresores y señaló que, aparentemente, pertenece al extinto grupo político Movimiento Popular Democrático, de izquierda, a los que tildó de «gente desquiciada» y de «hipócritas» porque «hablan de democracia, de paz y de no criminalización de la protesta, pero los violentos son ellos».

Correa dijo que pese a esos incidentes, la evaluación del Gobierno es que la jornada de protesta fue «un fracaso total».

Mencionó que en Quito, donde se concentró la convocatoria, el Ejecutivo calcula que participaron unas 4.500 personas y que en Riobamba, donde estuvo, no fueron más de 350.

Por ello, agradeció al pueblo ecuatoriano por no participar en las manifestaciones que, según él, responde a una «estrategia de desgaste» que aupan grupos de oposición de derechas para debilitar al oficialismo de cara a las elecciones generales de 2017.

Asimismo, dijo que los movimientos sindicales e indígenas, que convocaron a las marchas, están «divididos», pues señaló que las bases de eso grupos apoyan su gestión.

Para Correa, las manifestaciones en el país «van a continuar» porque responden a la estrategia de «desgaste» impulsada por los grupos más conservadores de oposición que utiliza a los movimientos sociales descontentos con su administración.

Además, señaló que hay poderes fácticos, como los grandes medios de comunicación y otros económicos, que conspiran contra el Gobierno ecuatoriano, pero que también se constata en otros países con regímenes progresistas como Venezuela, Argentina, Brasil, Bolivia y Chile.

Correa, que ha hablado de un intento de «restauración conservadora» para recuperar el poder en esos países, aceptó que su gestión ha sufrido un desgaste desde que asumió el poder en 2007, aunque dijo que en su caso, el apoyo de la población es grande.

El mandatario dijo que está abierto a dialogar con todos los sectores, pero se negó a hacerlo con «gente politiquera» como los convocantes a la protesta de hoy.

El Frente Unitario de Trabajadores (FUT) y la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), los principales convocantes de la protesta, calificaron, por su parte, como una «victoria» la jornada de movilizaciones, por la participación de varios grupos sociales que reclamaron sus propias reivindicaciones.

El derecho a la huelga, la estabilidad laboral, el incremento salarial, la seguridad social universal, una reforma agraria integral, la redistribución de tierras y reformas a varias leyes en vigor como las de Aguas, Comunicación, Educación y al Código penal, formaron parte del pliego de peticiones de los manifestantes.

Asimismo, demandaron la permanencia del subsidio al gas de uso doméstico, se opusieron a la política de promoción de cocinas de inducción eléctrica impulsada por el Gobierno y exigieron la legalización de la propiedad de un edificio estatal en Quito, donde funciona desde hace varios años la sede de la Conaie.

Correa desdeñó las exigencias de los grupos indígenas y sindicales y aseguró que su Gobierno es el que más ha favorecido a esos sectores en la historia del país.

* Con reportes de EFE

https://youtu.be/QRq-rhDuLkM

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