Hawking advierte, otra vez, que los robots pueden terminar con la civilización humana

El astrofísico británico Stephen Hawking da una rueda de prensa en Londres (Reino Unido) hoy, martes 2 de diciembre de 2014. EFE/Andy Rain

El físico teórico y cosmólogo Stephen Hawking lanzó la alarma en la conferencia Zeitgeist 2015 en Londres adelantando que la inteligencia artificial «podría conducir al final de la civilización humana en los próximos 100 años”, según el reporte de Maine News Online el 16 de mayo.

En entrevistas anteriores, el científico había declarado que teme que los seres humanos no puedan competir en el futuro con sistemas alimentados con Inteligencia Artificial, y sean reemplazados.

El físico firmó una carta abierta en enero pasado que hace un llamado para una supervisión responsable de la Inteligencia Artificial para que pueda garantizar que funcione en los mejores intereses de la humanidad.

Hasta la fecha, la Inteligencia Artificial se ha centrado en manejar algunos conceptos como “reconocimiento de voz, la clasificación de imágenes, los vehículos autónomos, la traducción automática, la locomoción y sistemas de pregunta-respuesta”, según Future of Life. Pero estos van más allá cuando toman decisiones en base a registros estadísticos.

Robots asesinos

Productos como las denominadas, en lenguaje formal, «armas completamente autónomas», entre las cuales las más conocidos son los aviones no pilotados (“drones”), también ponen en riesgo. El primer debate internacional entre gobiernos sobre el rol de losrobots asesinos y su utilización cada vez mayor tuvo lugar el año pasado, en Ginebra, donde organizaciones civiles han denunciado que las autoridades transfieren la decisión de matar a las máquinas.

Al no existir una regulación internacional en la materia se carece de cifras globales sobre cuántas unidades de “robots asesinos” hay en funcionamiento, pero sí existen datos fiables por países y que presentan a Estados Unidos y China como algunos de sus principales productores y consumidores.

EEUU es el líder en la robótica militar y tiene desplazados unos 11.000 vehículos aéreos no pilotados y 12.000 robots terrestre, mientras que otros países, como China, Israel, Taiwán, Corea del Sur, Reino Unido y Rusia, también producen este tipo de armamento.

Las proyecciones indican que se trata de un ámbito en plena expansión y en el que llegarán a gastarse 7.500 millones de dólares en 2018, frente a 5.600 millones de dólares en 2012, según la firma de investigación Global Industry Analysts.

Los tipos de “robots de combate” que se desarrollarán incluirán los que tendrán por misión desactivar o hacer explotar bombas, vehículos submarinos para la vigilancia, y otros que pueden transportar equipos en tierra, siempre de forma autónoma, sin presencia humana.

Organizaciones defensoras de derechos humanos consideran que el uso no regulado a nivel internacional de esa tecnología es una amenaza directa para los derechos fundamentales, independientemente de su utilización en periodo de guerra o como herramienta en manos de servicios del orden.

“Los gobiernos deben rechazar las armas totalmente autónomas para cualquier propósito y prohibirlas preventivamente ahora, antes de que sea demasiado tarde”, declaró un responsable de la ONG Human Rights Watch, una de las entidades civiles que más trabaja en esta temática.

Las entidades civiles y otras que se oponen a los robots de combate defienden la adopción de una legislación internacional que las prohíba totalmente, lo que muchos expertos consideran improbable dada las fuertes inversiones que ya se han realizado en esta área.

Asimismo, se teme que al ser totalmente autónomas, estos robots sean propensos a matar a gente de forma ilegal debido a que no pueden ser programados para manejar cada situación.

Robots cirujanos

En marzo de este año, Google anunció su alianza con la empresa Johnson & Johnson para construir robots que ayuden a los cirujanos en el quirófano.

La alianza es parte de dos iniciativas de Google más allá de su actividad principal de motor de búsqueda y publicidad en internet. Google ha invertido en investigaciones científicas dirigidas a extender la vida y en tecnología robótica que puede liberar a las personas para hacer otras tareas.

Las compañías tratarán de crear tecnología robótica que reduzca el trauma a los pacientes y acelere el proceso de sanación tras las operaciones.

Google trabajará con Ethicon, una empresa de dispositivos médicos propiedad de Johnson & Johnson.

No se revelaron los términos financieros del acuerdo.

El centro de innovación de Johnson & Johnson en California negoció la alianza con Google, que tiene su sede en Mountain View, California.

Robots que reemplazan a trabajadores

La firma Boston Consulting Group pronostica que la inversión en robots industriales crecerá en un 10% anual en las 25 principales naciones exportadoras hasta 2025. Eso supone un aumento del ritmo actual, que es del 2% al 3% anual. La inversión resultaría en menores costos y un aumento de la eficiencia, dijo el grupo.

El uso de robots permitirá reducir los costes laborales en un 33% en Corea del Sur, 25% en Japón, 24% en Canadá y 22% en Estados Unidos y Taiwán. Sólo el 10% de los empleos que pueden automatizarse están ocupados actualmente por robots. Para 2025, las máquinas supondrán más del 23% de esos puestos, según las previsiones de Boston Consulting.

Los robots son cada vez más baratos. El costo de poseer y operar una soldadora robótica, por ejemplo, ha caído de 182.000 dólares en 2005 a 133.000 dólares el año pasado, y se reducirá a 103.000 dólares en 2025, según Boston Consulting.

Además, las nuevas máquinas pueden hacer más cosas. Los robots antiguos sólo podían operar en ambientes predecibles. Los más nuevos usan sensores mejorados para reaccionar ante lo inesperado.

otografía de archivo del 11 de noviembre de 2014 de robots remachando parte de la carrocería de una camioneta Ford F-150 modelo 2015 en una fábrica de Dearborn, Michigan. (Foto AP/Paul Sancya, Archivo)

En un informe separado, RBC Global Asset Management subraya que cuando los productos de una empresa se actualizan o sustituyen, los robots pueden ser reprogramados mucho más rápido y más eficientemente que cuando se reentrena a seres humanos: una ventaja crucial en momentos en que los teléfonos inteligentes y otros productos caen rápidamente en la obsolescencia.

“A medida que aumentan los costos laborales en todo el mundo, es cada vez más crítico que los fabricantes tomen medidas rápidamente para mejorar su producción por trabajador a fin de mantenerse competitivos”, dijo Harold Sirkin, socio sénior de Boston Consulting y coautor del informe.

Boston Consulting dijo que estudió 21 industrias en 25 países el año pasado, entrevistando a expertos y clientes, además de consultar los informes del gobierno y de las ramas de la economía.

El auge de los robots —algo que según los más apocalípticos representa el inicio de “La rebelión de las máquinas”, como en la película Terminator 3— no se limitará a los países desarrollados, donde sus fuerzas laborales tienen más edad y cuestan más. Incluso China, con sus salarios bajos, utilizará robots para reducir los costos de la mano de obra en un 18%, según Boston Consulting.

Es probable que el aumento de la automatización cambie la forma en que las empresas evalúen dónde abrir fábricas o expandirlas. Boston Consulting espera que los fabricantes“dejarán simplemente de enfocarse en buscar mano de obra barata”. Las fábricas darán empleo a menos personas y quienes estén altamente calificados tendrán más probabilidades de quedarse. Eso podría atraer a más fábricas de vuelta a Estados Unidos, con el consecuente cierre en países de mercados emergentes y salarios bajos.

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