Multitudinaria protesta en Yemen contra ataque aéreo con 140 muertos

Foto: hispantv.com

Saná,  (dpa) – Miles de yemeníes salieron hoy a las calles de la capital Saná para condenar el ataque aéreo la víspera contra un edificio en el que tenía lugar un velatorio, que se saldó con al menos 140 muertos y más de 500 heridos, según cifras de la ONU.

La manifestación, en la que participaron sobre todo seguidores de los rebeldes hutíes (chiitas) contrarios al Gobierno, se celebró cerca de una oficina de la ONU en Saná, donde los manifestantes corearon eslóganes contra la coalición de países sunitas que encabeza Arabia Saudí, a quienes responsabilizan del ataque.

La alianza, sin embargo, negó ser la autora del ataque y anunció una investigación.

Los manifestantes pidieron a la ONU que denuncie lo que consideran una «masacre» dentro del tanatorio, donde los equipos de rescate siguen buscando a posibles víctimas entre los escombros.

Testigos aseguraron que en el momento del ataque había más de 1.000 personas en el velatorio, que acudían a un funeral por el padre del ministro del Interior, Galal al Rawishan, cercano a los rebeldes, que sobrevivió ileso a los ataques.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, pidió una «investigación rápida e imparcial» sobre el ataque, dijo hoy su portavoz. «El secretario general señala que cualquier ataque deliberado contra civiles es totalmente inaceptable (…) los responsables deben ser llevados ante la Justicia».

Testigos contaron que múltiples ataques aéreos golpearon el edificio en el sur de la capital, Saná.

«Estaba rezando en la mezquita de Nur al Salam, a unos metros del lugar, cuando oí el sonido de un violento ataque aéreo», contó a dpa Abdul Karim Dukhaish, testigo de lo ocurrido. «Corrí a mi casa cerca del edificio temiendo por mi familia. Cuando estaba de camino se produjo un segundo ataque contra el tanatorio».

La capital de Yemen, Saná, se encuentra desde septiembre de 2014 bajo control de los hutíes, que luchan contra el Gobierno del presidente Abed Rabbo Mansur Hadi, respaldado por Riad. Arabia Saudí teme que el poder de los rebeldes chiitas dé a su rival regional Irán una mayor influencia en la península arábiga a puertas de su país.

El de la víspera fue uno de los ataques más mortales en el empobrecido país desde que Arabia Saudí y sus aliados sunitas lanzaran sus ataques aéreos en marzo de 2015. En estos no sólo alcanzaron posiciones hutíes, sino también instalaciones humanitarias, mercados o bodas en los últimos tiempos, en los que murieron numerosos civiles.

Pese a que la alianza militar sunita negó la responsabilidad del ataque, el Gobierno estadounidense, que hasta ahora apoyaba su causa, se distanció hoy y anunció una «revisión inmediata» de su apoyo a la coalición tras lo ocurrido.

En un comunicado del Consejo Nacional de Seguridad (NSC), Washington culpó de la tragedia a la alianza militar y señaló que la cooperación en materia de seguridad con Arabia Saudí «no es un cheque en blanco».

Aunque el Gobierno estadounidense apoye a Arabia Saudí en la defensa del territorio estatal, «debemos manifestar nuestras más serias preocupaciones sobre el conflicto en Yemen y los medios que se utilizan, y lo seguiremos haciendo», dijo el portavoz del NSC, Ned Price.

«Hemos emprendido una evaluación inmediata de la ayuda para la alianza militar liderada por Arabia Saudí, que ya había sido reducida, y estamos dispuestos a adaptar nuestro apoyo con el fin de que los principios, valores e intereses estadounidenses sean mejor preservados».

(I)

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