Harán exámenes a la exjueza para ver si estaba drogada

El presidente de la Corte de Justicia de Guayas, Pedro Ortega, estimó ayer que el escándalo público que involucra a la exjueza Lorena Collantes Loor, que trabajó en esa jurisdicción, es un hecho aislado de la Función Judicial.

Desde su despacho, ubicado en el noveno piso del Palacio de Justicia de Guayaquil, el magistrado evitó pronunciamientos más profundos sobre el caso, argumentando que el proceso se encuentra en etapa de investigación. Incluso, dijo que el incidente ocurrido el jueves de la semana pasada fue protagonizado por una persona que ya no labora en ninguna de las unidades judiciales de esa jurisdicción.

“Los jueces nos debemos a nuestro mandante, que es la sociedad. Para ejercer el cargo, la persona debe ser suficientemente formada en su parte moral, social y académica”, dijo.

Ortega agregó que las medidas cautelares que hoy pesan sobre la imputada fueron solicitadas por la Fiscalía y no por el juez al que le tocó tramitar el caso.

Lo que viene

La exjueza Collantes Loor será sometida a un examen toxicológico luego de que asegurara que fue drogada con una sustancia desconocida, según se desprende del video del pasado 17 de noviembre, cuando protagonizó ataques en contra del personal de un restaurante y los policías que llegaron a atender el llamado del administrador del local, situado en Urdesa Central, en Guayaquil.

Héctor Villavicencio, fiscal que sigue el caso, dispuso la toma de muestras de sangre y de orina de la joven, que serán enviadas al Centro de Investigaciones de Ciencias Forenses de Santo Domingo de los Tsáchilas, según consta en los actos administrativos de la Fiscalía General.

Esto, mientras la Subdirección de Procesos de la Función Judicial informó que la exjueza enfrentó dos procesos disciplinarios: uno en 2015, con sanción de cinco días sin sueldo y otro en septiembre de 2016, que terminó el pasado 28 de octubre con su destitución como jueza de la Unidad de la Familia, Mujer, Niñez y la Adolescencia. En esta última, la falta grave es no haberse presentado a una audiencia pública.

Respecto de los exámenes sicológicos a los que son sometidos los aspirantes a jueces, Ortega indicó que hay varios filtros que debe superar el postulante. Está sujeto a pruebas sobre su forma de expresión oral y constantes revisiones a su conducta. “Hay un mecanismo que implica evaluaciones y exámenes”, anotó. (I)

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