Los satélites europeos Swarm, a salvo de la basura espacial

Un satélite en el espacio estelar. Foto de Archivo, La República.

La Agencia Espacial Europea (ESA) rebajó hoy el nivel de riesgo y abortó la maniobra diseñada para mover en su órbita a uno de los satélites Swarm, que se temía que pudiera colisionar a 500 kilómetros de distancia de la Tierra con un fragmento de un antiguo satélite Cosmos-375.

Según informó la ESA, esta mañana se recibió nueva información precisa sobre la órbita de Swarm-B, la nave en peligro, y la basura espacial y se redujo la incertidumbre que había hecho saltar las alarmas en su Centro Europeo de Operaciones Espaciales (ESOC) en la localidad alemana de Darmstadt.

Con los datos de los que se disponía ayer tarde, recordó la agencia, estaba claro que una trozo de basura espacial de alrededor de 15 centímetros iba a pasar «demasiado cerca» de uno de los tres satélites Swarm, lanzados al espacio en 2013 para estudiar los campos magnéticos de la Tierra.

Los parámetros con los que se contaban violaban los umbrales de riesgo de la misión y no se podía descartar una colisión, por lo que el equipo de control de vuelo envió esta mañana al Swarm-B los comandos necesarios para activar estar tarde sus propulsores y elevarlo alrededor de 30 centímetros en su órbita.

Esta mañana se recibió nueva información sobre la trayectoria de la basura espacial y el satélite envió también nuevos datos GPS grabados a bordo durante las últimas veinte horas

«Esto nos permitió llevar a cabo una nueva determinación de la órbita, que permitió reducir a valores muy pequeños la incertidumbre sobre la posición de la nave» en el momento de la «conjunción» con la basura espacial esta noche, explicó en la página web de la ESA Detlef Sieg, especialista en dinámica de vuelo asignado a la misión Swarm.

El departamento encargado de estudiar la basura espacial llevó a cabo una serie de cálculos con los nuevos datos para analizar los peligros de mantener la maniobra o de cancelarla y se concluyó que «el riesgo de colisión se encontraba por debajo del umbral de riesgo de la misión».

El satélite ya había recibido los comandos para variar su trayectoria y hoy sólo había una ventana de comunicación de 12 minutos para enviarle nueva información y abortar la maniobra, lo que se consiguió hacer sin interferir en las operaciones de Swarm, aseguró la ESA. EFE

Más relacionadas