El Líbano lleva seis meses sin gobierno

El primer ministro libanés Saad Hariri.

Beirut (EFE).- El Líbano cumplió hoy seis meses sin Gobierno, después de que el primer ministro, Saad Hariri, recibiera el encargo de formar un gabinete, lo que ha postergado la puesta en marcha de los planes de inversión para afrontar la profunda crisis económica que vive el país.

Hariri no ha logrado formar Gobierno todavía debido a las disputas entre los partidos, en especial por sus divergencias con el grupo chií Hizbulá, al que acusó la semana pasada de ser responsable del bloqueo político que persiste desde las elecciones de mayo pasado.

El presidente del país, Michel Aoun, hizo sonar las alarmas al afirmar recientemente que el Líbano está «perdiendo un tiempo valioso e irrecuperable» para hacer resurgir su economía.

El profesor Hyam Mallat, de la Universidad de San José, dijo a Efe que «la no formación de Gobierno repercute en la microeconomía, ya que el Estado, que tiene una deuda de 80.000 millones de dólares, se sigue endeudando con los bancos».

«Es necesario formar un gabinete para que elabore una política financiera que responda a las necesidades de la población y a los problemas sociales», comentó el analista.

El Líbano aún vive problemas derivados de la guerra civil (1975-1990), como cortes de electricidad y agua y deficiencias en las infraestructuras y en el suministro de servicios básicos.

El desempleo oscila entre el 21 %, según cálculos de Aoun, y el 26 % que estima el Banco Mundial, un factor que ha alimentado protestas populares, cada vez más frecuentes.

La economía del pequeño país árabe se ha estancado en los últimos años en parte por el peso que ha supuesto acoger a cerca de 900.000 refugiados sirios.

Sin un plan de Gobierno, señaló Mallat, no se pueden llevar a cabo los 200 proyectos en los que se pretende invertir los 11.000 millones de dólares recaudados, entre préstamos y ayudas directas, en una conferencia de donantes celebrada en París el pasado abril.

Hace una semana, el vicegobernador del Banco Mundial para Oriente Medio y el norte de África, Ferid Belhaj, dijo durante una visita a Beirut que el Líbano necesita llevar a cabo «reformas sustanciales y serias, en especial en los sectores de energía y electricidad, para atraer inversores».

La ausencia de gabinete no es nueva en el Líbano, puesto que el sistema electoral favorece composiciones muy fragmentadas del Parlamento, lo que fuerza a complejos acuerdos entre partidos rivales y de confesiones religiosas en ocasiones enfrentadas.

El caso más grave fue el del ex primer ministro Tamam Salam, al que le llevó unos diez meses formar Gobierno en 2014.

El agregado comercial de España en el Líbano, Miguel Ballestero, afirmó a Efe que las recientes conferencias internacionales de apoyo al Líbano, celebradas en Roma, París y Bruselas, fueron «aparentemente exitosas», pero será necesario un gabinete para ejecutar los planes de inversión de los fondos recaudados.

«El verdadero desafío es implementar la agenda prometida, una tarea que enfrentará el próximo Gobierno y que solo tendrá éxito si es capaz de superar los obstáculos de la política interna», comentó Ballestero. EFE (I)

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