Cineastas brasileños dicen que Bolsonaro quiere «destruir» la cultura

Jair Bolsonaro, presidente de Brasil.

Los brasileños Kleber Mendonça Filho y Juliano Dornelles, directores de la película «Bacurau», que competirá en la selección oficial del Festival de Cannes, acusan al presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, de querer «acabar» y «destruir» a su «mejor embajador»: la cultura.

«(Bolsonaro) no solo amenaza con desincentivar, sino también con criminalizar un sentimiento que es muy natural a cualquier nación, que es tener artistas y que estos hagan arte«, dijo Mendonça Filho en una entrevista con Efe.

El director, nacido en el estado de Pernambuco, volverá a pasear por la alfombra roja del prestigioso festival francés, que tendrá inicio el próximo 14 de mayo, tres años después de hacerlo con «Aquarius» (2016), aunque esta vez compartirá protagonismo con Dornelles, quien también denuncia las políticas del Gobierno de Bolsonaro.

«Está haciendo un trabajo de destrucción completa de todo lo que fue conquistado en Gobiernos de izquierda anteriores y creo que el cine está dentro de ese sistema de destrucción», advirtió.

La buena sintonía entre los dos directores viene de lejos. Trabajaron juntos en algunos cortos, como «Eletrodoméstica» (2005) y «Recife Frio» (2009), y también en los aclamados largometrajes «O Som ao Redor» (2012) y el propio «Aquarius» (2016), ambos dirigidos por Mendonça Filho y con Dornelles como director artístico.

Ahora vuelven a unir sus fuerzas en «Bacurau», una coproducción franco-brasileña que se venía cociendo en la mente de los dos cineastas desde hace una década y que ha dado como resultado un filme que podría encuadrarse dentro del género «western» con algunas referencias del cine estadounidense de los años 1970, según Dornelles.

Protagonizada por la brasileña Sonia Braga y el alemán Udo Kier, la cinta cuenta la historia de una pequeña comunidad, llamada «Bacurau», en el noreste de Brasil, que desaparece de los mapas tras dar su último adiós a una de sus vecinas más queridas, Doña Carmelita.

«La idea de estar en el mapa está muy relacionada con la política y el poder y trasciende lo meramente geográfico. Estar visualizado en el mapa es una cuestión de uso de poder y de estar subyugado a un determinado poder», explica Mendonça Filho sin dar mucho más detalles, pues la cinta se estrenará mundialmente en el Festival de Cannes, que se celebrará entre el 14 y el 25 de este mes de mayo.

En ese sentido, ambos creen que la película puede leerse como el reflejo de «un pedazo de Brasil» y «una representación honesta y correcta de la sociedad brasileña».

A diferencia de «Bacurau», Brasil está ahora muy presente en el mapa, aunque como algo «preocupante» por la amenaza que representa Bolsonaro para la cultura, según Mendonça Filho, quien considera que desde la destitución en 2016 de la entonces presidenta Dilma Rousseff, su país «viene perdiendo el sentido democrático».

Su apoyo a la hoy exmandataria ya lo hizo manifiesto con pancartas en la alfombra roja del Festival de Cannes de ese año que denunciaban un «golpe de Estado».

Bolsonaro, en el poder desde el pasado 1 de enero, anunció su intención de limitar las subvenciones públicas a los artistas y revisar los importantes patrocinios que da la petrolera estatal Petrobras a determinados proyectos culturales.

«Tengo muchas dificultades para entender por qué ese deseo de acabar con el movimiento de la cultura, que la verdad es una industria y es estratégica porque es identidad de país», cuestionó Mendonça Filho.

Dornelles, por su parte, recordó que «otros ya intentaron» poner en riesgo la supervivencia del cine brasileño y no lo consiguieron, por lo que espera que el «retroceso -ya innegable- no sea tan grande como parece».

Ese escenario pesimista contrasta con la buena acogida que han tenido las producciones brasileñas, entre ellas «Bacurau», que luchará por la Palma de Oro, en las diferentes secciones del Festival de Cannes.

Por ello, la mejor respuesta que se puede ofrecer al Gobierno de Bolsonaro, según Dornelles, es seguir trabajando para demostrar que el cine «es esencial para la identidad de un pueblo» y «para la construcción de un país».

«Somos un sector importante y estamos trabajando, no cometiendo crímenes. Estamos representando a Brasil de forma positiva en el mundo», defendió.

«La cultura termina siendo un embajador del país y ‘Bacurau’ va a seguir adelante representando a Brasil porque el escaparate de Cannes la catapultará internacionalmente», concluyó Mendonça Filho. EFE (I)

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