Director de WikiLeaks cree que Assange no tendrá un trato justo en Reino Unido

El fundador de Wikileaks, Julian Assange, saluda a los fotógrafos mientras abandona en un vehículo policial, este miércoles, el tribunal de Southwark de Londres (Reino Unido). La Justicia británica condenó este miércoles al informático australiano Julian Assange a una pena de cárcel de 50 semanas por haber infringido en 2012 las condiciones de libertad condicional en este país sobre una orden de entrega a Suecia. EFE/ Neil Hall

El director de WikiLeaks, Kristinn Hrafnsson, alertó este lunes de que Julian Assange, fundador del portal y que afronta en el Reino Unido un proceso de extradición a Estados Unidos, no recibirá un trato «ni imparcial ni justo» por parte de las autoridades británicas.

Hrafnsson se refirió a unas declaraciones hechas el domingo en EEUU por el jefe de la diplomacia británica, el conservador Jeremy Hunt, quien reveló que, si llega a primer ministro, a lo que aspira, no impediría la entrega del australiano a la Justicia estadounidense.

«En una entrevista programada para coincidir con la llegada del presidente (Donald) Trump al Reino Unido, un sonriente ministro de Exteriores se comprometió a que, si es primer ministro, llevará a cabo la extradición a EEUU del fundador de WikiLeaks, Julian Assange», denunció el islandés.

Según Hrafnsson, Hunt afirmó además «incorrectamente» que los delitos de los que EEUU acusa al programador informático «llevaron a la muerte de personas», lo que, apuntó, «no forma parte de las alegaciones».

Calificó asimismo de «insultante» que el ministro, que opta al liderazgo conservador y del Gobierno británico, ignorara el llamamiento hecho el pasado viernes por el relator especial de la ONU sobre tortura, Nils Melzer, quien pidió al Ejecutivo de Londres impedir la extradición de Assange dado que hay indicios de que no recibirá un juicio justo.

El exhácker de 47 años está actualmente encarcelado, mientras afronta su proceso de extradición a EEUU, tras haber sido condenado en mayo a 50 semanas de cárcel por eludir en 2012 las condiciones de su libertad condicional.

El 11 de abril Assange fue detenido por la Policía británica tras ser sacado a rastras de la embajada ecuatoriana en Londres, después de que Quito rescindiera el asilo que le había concedido en 2012.

Hace casi siete años, el 19 de junio de 2012, el periodista se refugió en la misión ecuatoriana para eludir su extradición a Suecia, que dos años antes pidió su entrega para interrogarle por presuntos delitos sexuales que él siempre negó y de los que nunca fue acusado.

El informático temía que, si era entregado a la Justicia sueca, acabaría siendo extraditado a EEUU, donde cree que afrontará un juicio injusto por la difusión en 2010 de cables diplomáticos confidenciales.

Su caso, muy destacado en el Reino Unido, se mezcla con una crisis de Gobierno en este país, ante la dimisión el próximo 7 de junio de la primera ministra, Theresa May, que abre unas elecciones sucesorias en el partido gobernante.

Es sensible también cara a las relaciones con EEUU, cuyo presidente, Donald Trump, inició este lunes una visita de Estado de tres días a territorio británico. EFE

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