El presidente de la República, Lenín Moreno, ha declarado un nuevo estado de excepción, en todo el territorio nacional, que estará vigente durante los próximos 30 días. Esto luego de la alerta de una nueva cepa de coronavirus en Europa.
En todo el país además se ha declarado toque de queda -desde hoy- por quince días, en horario de 22h00 hasta las 04h00. En el mismo horario regirá Ley Seca.
Vuelve además la restricción vehicular en todo el territorio nacional. La medida comenzará a regir a partir de esta misma noche, anunció el presidente del Comité de Operaciones de Emergencia (COE), Juan Zapata, de acuerdo a una resolución adoptada hoy.
También el presidente anunció que los centros comerciales deberán atender desde las 08h00 hasta las 20h00, con aforo permitido del 50% de su capacidad.
El aforo de hoteles y restaurantes será del 30%. Se decretó además el cierre de las playas de todo el país los días 24, 25, 31 de diciembre y el 1 de enero.
Bares, discotecas y centros nocturnos no abrirán mientras dure el estado de excepción. Las reuniones sociales deberán contar con un máximo de 10 personas. Además se prohibió la quema de monigotes en todo el país.
«Los viajeros procedentes de Reino Unido, Australia y los países de la Unión Europea deberán presentar evidencia de un resultado PCR negativo, realizada diez días antes del viaje al momento de su arribo a los aeropuertos de Quito o Guayaquil», dijo el primer mandatario desde una cadena nacional.
Deberán además los viajeros no residentes en Ecuador someterse al aislamiento preventivo obligatorio durante cinco días, en hoteles previamente acordados. Mientras que aquellos que den positivo en las pruebas realizadas aquí en el país, deberán cumplir con el aislamiento durante diez días.
«Este es un año distinto, hemos vivido días que nunca imaginamos», manifestó el mandatario al recordar que el país ha registrado las mejores cifras de Latinoamérica, «gracias a que hemos hecho nuestro trabajo bien».
Sin embargo, reveló que el pasado fin de semana en Guayaquil se han registrado más de 80.000 personas en su bahía, mientras que en Quito 65.000 en la céntrica calle Ipiales, en el casco histórico.
«No podemos fallar ahora», apostilló.