Denuncian que arqueólogos se enfrentan a amenazas en Perú

Lima.- Impulsar políticas de Estado que defiendan y protejan las labores de investigación de pueblos pasados y a los propios arqueólogos contra las amenazas es clave, según defendió este sábado Ruth Shady, directora del yacimiento de la cultura más antigua de América, la civilización Caral, que habitó el actual Perú hace miles de años.

«Tenemos muchas amenazas por el interés en ocupar las tierras de los traficantes de terrenos mayormente. Necesitamos que el Estado nos dé la seguridad para seguir con los trabajos y no tengamos esas amenazas permanentemente limitando, porque ya varios de nuestros arqueólogos han sufrido golpes», denunció a EFE Shady en la explanada de la ciudad sagrada de Caral.

Hace 28 años, Shady comenzó su investigación arqueológica en el Valle del Supe, al norte de Lima, que albergó a la civilización Caral desde el año 3.000 hasta el 1.800 a. C., aproximadamente.

Indicó que es necesario impulsar políticas de Estado que reconozcan «la importancia que tiene recuperar la historia para que podamos saber cómo se manejó este territorio en el pasado».

Y no solo habló de Caral, sino de todo el país, pues afirmó que todavía se desconoce cómo vivían pueblos que ocuparon la geografía peruana y sus organizaciones sociales y políticas.

Afirmó que investigar la historia ayuda a mejorar el autoestima que los peruanos tienen de su propio país, ya que existen numerosos descubrimientos que exportaron a todo el mundo como medicinas o cultivos ancestrales y que los estudios «no deben quedarse solo en el mundo académico».

«Tenemos que transmitir nuestra historia para mejorar el autoestima porque cuando llegaron de la cultura occidental decían que éramos como niños, que necesitábamos ser conducidos y no era así, teníamos una civilización tan antigua como la de ellos en el Viejo Mundo», dijo en el yacimiento al añadir que en Perú «no hemos sido menos que en otras partes».

En la celebración del 28 aniversario de investigaciones arqueológicas, el equipo liderado por Shady mostró los últimos avances y dio más detalles de cómo vivía este pueblo.

«A nosotros no nos interesa descubrir textiles o cerámicas bonitas, nos interesa su historia, como fue su economía, cómo fue su organización cómo ha sido su organización social y política. También de qué manera trabajaban juntos e interactuaban con otras culturas sin que hubieran acciones bélicas como habían en otras partes del mundo», explicó.

Puesto que en casi tres décadas de estudio, los investigadores no han encontrado ningún vestigio de murallas o armas, lo que muestra que fue un pueblo que vivó en paz.

También destacó los grandes edificios que siguen en pie y que han sobrevivido a sismos porque fue una civilización que «estudió e investigó» su territorio.

 En este sentido expresó la admiración que en la actualidad se tendría que sentir sobre la cultura Caral en cuanto a su respeto y protección a la naturaleza, algo de lo que se tendría que aprender hoy día, según la arqueóloga. EFE

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