Los duques de Sussex muestran a su hijo, al que llamarán Archie

El príncipe Enrique de Inglaterra (2i) y la duquesa de Sussex, Meghan Markle (d), presentan a su hijo recién nacido, Archie Harrison Mountbatten-Windsor, a la madre de la duquesa de Sussex, Doria Ragland (2d), y a la reina Isabel II de Inglaterra (c) y a su esposo Felipe, duque de Edimburgo (i), este miércoles en el castillo de Windsor, en la ciudad homónima (Reino Unido). EFE/ Chris Allerton / Derechos de Autor: SussexRoyal News

Unos sonrientes pero visiblemente cansados duques de Sussex, Enrique y Meghan, presentaron este miércoles por primera vez a los medios de comunicación a su recién nacido, del que dijeron que es «un sueño», «mágico» y una «auténtica alegría».

Desde el majestuoso salón de San Jorge del castillo de Windsor, a las afueras de Londres, los duques posaron brevemente ante un reducido grupo de medios gráficos y de televisión para contar su experiencia como padres primerizos y expresar su inmensa felicidad.

La exactriz estadounidense, que llevaba un vestido blanco y a la que se veía radiante pero cansada, calificó de «mágico y bastante asombroso» a su bebé, que estaba dormido, envuelto en una mantilla blanca con detalles calados, con un gorrito de punto y en brazos de su padre.

El llamado por los medios como «bebé Sussex», nacido el lunes, y han comunicado que se llama Archie Harrison Mountbatten-Windsor, según informaron los padres en Instagram. Las apuestas afirmaban que el pequeño sería conde de Dumbarton, sin embargo los padres han expresado su deseo de que no lleve ninguna distinción. Tampoco será príncipe, puesto que no es heredero directo al trono ni hijo del heredero (como sí lo es el príncipe Guillermo y lo son sus tres hijos, los príncipes Jorge, Carlota y Luis). Por tanto, la forma de dirigirse a él será Master Archie.

El apellido del pequeño también se sale de las normas. Mountbatten es el apellido de Felipe de Edimburgo. Aunque en el Reino Unido los hombres son quienes dan apellido a sus familias, no sucedió así cuando Isabel II y su esposo se casaron, ya que primó el apellido Windsor de la reina. Más tarde, sus cuatro hijos han ido tomando los apellidos de sus títulos: Carlos de Gales para el príncipe heredero, Andrés de York o Eduardo de Wessex. Los príncipes Guillermo y Enrique, de hecho, también han tomado el apellido Gales en su paso por la escuela o por las academias militares. Sin embargo, Enrique ha decidido hacerle un homenaje a su abuelo optando por Mountbatten como apellido principal para su primogénito.

El niño, que pesó 3,3 kilos, es el octavo bisnieto de la soberana británica y séptimo en la línea de sucesión al trono, después de su padre; de sus primos, Jorge, Carlota y Luis; de su tío, el príncipe Guillermo, y su abuelo, el príncipe de Gales.

«Tengo a los dos mejores chicos del mundo, estoy realmente feliz», afirmó la duquesa de Sussex, que acariciaba a su bebé mientras hablaban sobre el carácter del pequeño.

«Tiene un temperamento muy dulce, es bastante tranquilo», agregó, a lo que el duque de Sussex añadió, entre risas, que no sabía de quién sacaba esa calma.

Mientras intercambiaba miradas con su mujer, el príncipe Enrique contó a los medios que espera pasar momentos especiales con su hijo a medida que crezca en las próximas semanas.

«Es fantástico. Ser padre es increíble. Apenas han sido dos días y medio, tres días, pero estamos tan contentos de tener nuestra pequeña auténtica alegría», dijo Enrique, al que se le veía visiblemente emocionado mientras observaba a su bebé.

Al preguntarle a quién se parecía, el duque de Sussex contestó que los recién nacidos cambian mucho en las dos primeras semanas de vida. «Estamos observando cómo se produce el cambio durante este mes, pero su aspecto está cambiando cada día», añadió.

La popular pareja y su niño viven en Frogmore Cottage, su casa ubicada en los terrenos de Windsor (a las afueras de Londres), que en los últimos meses fue sometida a una extensa renovación.

La llegada de otro bebé a la monarquía británica ha generado una gran atención mediática en el Reino Unido y en el mundo entero.

A diferencia de los duques de Cambridge, los de Sussex decidieron no comparecer ante los medios con el bebé en brazos el mismo día del nacimiento, una señal de que han optado por preservar más su intimidad tras el parto y evitar un gran despliegue de cámaras y fotógrafos.

El pequeño no tiene el derecho automático a llevar el título de príncipe porque no ocupa los primeros puestos de la línea sucesoria al trono del Reino Unido.

La madre de Meghan Markle, Doria Ragland, acompaña estos días a su hija en Windsor, mientras que se espera que el abuelo paterno, el príncipe Carlos, conozca pronto a su cuarto nieto ya que esta semana hace, junto con su mujer Camilla, una visita por Alemania.

También se espera que los tíos del bebé, los duques de Cambridge, acudan en los próximos días a Windsor para conocer al nuevo integrante de la familia real.

Viviana García, EFE

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